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Jerez

Atraca una tienda y en la huida irrumpe en un piso con una familia

El detenido, que llevaba la cara cubierta con un paño blanco, portaba un cuchillo de cocina y se abalanzó a los agentes del 092 que se presentaron en el negocio

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  • El gerente de la panadería 'Polvillo', en la avenida de la Soleá. -
  • La empleada se refugió en la trastienda del local y avisó al dueño.
  • La vecina del bloque de San Juan XXIII, con dos niños pequeños, abrió la puerta sin saber lo que se le venía encima

“Está mal; no se quiere quedar sola”. Son palabras de Rafael Argudo, el gerente de la panadería de la franquicia ‘Polvillo’ de la avenida de la Soleá, junto a Icovesa, para referirse a la dependienta de 23 años de este establecimiento que la noche del martes se llevó un susto de dimensiones mayúsculas cuando se disponía a cerrar el negocio poco antes de las once de la noche. Le acompañaba una amiga, y las dos fueron testigos de cómo un individuo de 46 años, vecino de la zona y con antecedentes, irrumpió en el local muy alterado y gritando con cuchillo en mano de cocina de 25 centímetros de hoja preguntando dónde estaba el dinero y amenazándolas con matarlas.

En este instante precisamente, tal y como relata su jefe a Viva Jerez, la trabajadora estaba hablando por teléfono con él para comentarle los últimos detalles del cierre. “De repente empezó a gritar y a decirme Rafa que ha entrado con un cuchillo”. Mientras su jefe daba aviso al 092, las dos chicas se encerraron en la trastienda, dentro seguía este sujeto, que llevaba la cara cubierta con un paño blanco y una sudadera negra con capucha, trasteándolo todo y dando golpes con la cabeza en la puerta del congelador, llegando a sangrar, tratando de dar con el dinero de la recaudación del día y destrozando todo lo que se le ponía por delante.  

Inmediatamente, en el local se personó una unidad de la Policía Local, que lo encontró rebuscando el dinero y muy agitado, llegando a plantarles cara y a abalanzarse hacia ellos con el cuchillo, según confirmaron a este medio fuentes de la investigación. Los agentes intentaron reducirlo y arrebatárselo, pero en un momento dado éste cayó al suelo y emprendió una huida a pie sin desprenderse del arma. En esa huida se incorporó también una Unidad de Prevención y Reacción (UPR), de la Policía Nacional. Tras recorrer unos 100 metros aproximadamente a la carrera y para sorpresa de todos, el atracador se metió en un bloque de pisos de la calle Cartagenera, 4, en la barriada de Juan XXIII. Allí empezó a llamar a las puertas aleatoriamente, colándose en una vivienda de la planta superior después de que la inquilina, una madre con dos niños pequeños, le abriera y se colara dentro tras un empujón.

El individuo, viejo conocido en el barrio, no le dio opción a más, pero los agentes no le habían perdido la pista y oyeron los gritos y el llanto de la mujer. A los pocos minutos, policías de la UPR y del 092 entraban en la vivienda donde se atrincheraba este sujeto y procedían a su detención. Tanto la madre como los niños estaban bien, aunque muy asustados. Desde la noche del martes, este individuo permanece detenido en los calabozos de la Comisaría, acusado de robo con violencia, atentado a agente de la autoridad y detención ilegal. Está previsto que en las próximas horas pase a disposición judicial.  

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