Los hosteleros no son los únicos que han sacado tajada este mes de diciembre del tirón de las zambombas. El sector del taxi también está a punto de cerrar un mes “movido” que si bien no llega a los niveles de mayo por la Feria del Caballo, sí permite al gremio dar un respiro en la recta final del año. Tal y como explica el presidente de Teletaxi, Luis Gonzaga González, aunque de lunes a viernes el servicio “ha sido flojito”, los fines de semana han estado “a tope”, lo cual atribuyen principalmente al filón de estas reuniones típicas jerezanas declaradas Bien de Interés Cultural (BIC). La demanda en este sentido viene de clientes de la propia ciudad, lo que evidencia cada vez más una mayor concienciación a la hora de coger el coche con dos copas de más en unas fechas muy proclives a reuniones de amigos y compañeros de trabajo, pero principalmente de turistas.
“Las zambombas cada vez traen a más gente de fuera, y esta gente tira de taxi porque están acostumbrados a utilizarlo y vuelven encantados. Yo ya conozco a gente de fuera que repite”, señala el representante de Tetetaxi, que sitúa la recaudación al mismo nivel que el pasado año por estas fechas. Además, a diferencia de otros años, se han cuidado mucho en reducir los tiempos de espera, reforzando el servicio los fines de semana. ¿Cómo? Quitando los turnos de descanso, de manera que la flota, que consta de 178 coches, esté disponible al 100%. “Han podido trabajar todos los compañeros que han querido de forma voluntaria, y la gente ha respondido porque económicamente les ha interesado”, señala el portavoz de los taxistas jerezanos, que está pendiente de cerrar nuevos proyectos de cara al próximo año.
Pero antes toca despedir este 2019, y qué mejor forma de hacerlo que con la iniciativa que realizarán hoy para pasear a unos 70 mayores del Centro de Acogida de San José y la residencia de La Granja en sus taxis por el centro de Jerez para que vean el alumbrado y el belén monumental de la Alameda Cristina. Bajo el nombre “El paseo de la ilusión”, unos 36 taxis se han apuntado voluntariamente a esta experiencia para recoger a los mayores de los citados centros y llevarlos de expedición en sus turismos con una ruta especial que harán “despacito”, en caravana, con dos en cadan vehículo “para que vayan cómodos” y que tiene a los abuelos “muy ilusionados”. “Date cuenta que muchos de ellos no salen nunca”, explica González. La idea es dar continuidad a esta experiencia, buscar patrocinadores para darles un obsequio y para el año que viene coger por calle Larga, que este año se les ha denegado para el recorrido por razones de seguridad.