La decisión anual fue censurada por el ministro principal y por el líder de la oposición, Joe Bossano, en sus respectivos discursos ante el IV Comité de Descolonización de la ONU.
Caruana describió a Gibraltar como “un país democráticamente avanzado, económicamente independiente y autogobernado”. Añadió que la idea de que su futuro estatus pudiera ser tema de negociación política entre dos países en contra de la voluntad del pueblo del Peñón, era "obscena e insostenible”.
El ministro principal criticó a España por decir que el Tratado de Utrecht, que según él vulnera los principios de la Carta de las Naciones Unidas, supone que Gibraltar es el único territorio que no tiene derecho a la autodeterminación. Descartó asimismo como “insostenible” que Gibraltar sólo pueda ser descolonizado a través de una transferencia de soberanía. Señaló que ni el Reino Unido “puede deshacerse del Peñón”, ni España “reclamar” y “al no ser parte de España, el principio de la integridad territorial no es aplicable”.
Como estaba previsto Caruana pidió una vez más que la decisión anual citara al proceso tripartito y no al de Bruselas. De seguir igual esta decisión, añadió “será inefectiva e irrelevante”.
El diputado nacional del PP, José Ignacio Landaluce, pidió al Gobierno de España que no se deje amedrentar por las amenazas encubiertas vertidas por el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, acusando a nuestro país de “poner en peligro el espíritu y los objetivos del Foro de Diálogo” , alegando que la postura de España es “inconsciente, incompatible y contraproducente que siga adoptando actitudes innecesarias y hostiles y continúe actuando con medidas provocativas”.
Joe Bossano
Por su parte el líder de la oposición, Joe Bossano, también se opuso de frente a la decisión de consenso. Señaló que sería aprobada sin realizarse una votación y que luego España diría que “la comunidad internacional respalda su postura”.
Aunque muchos de los sentimientos de ambos políticos gibraltareños ante la ONU fueron similares, también hubieron importantes diferencias. Bossano se mostró disconforme con la supuesta “nueva relación moderna” ofrecida por Reino Unido a sus colonias a través de reformas constitucionales.
Fue tajante al señalar que el Peñón “se separó de España en 1704 y nunca se volverá atrás, añadiendo que la bandera española “no volverá a ondear más sobre el Peñón” y “ningún número de decisiones de consenso, en este u otro foro, podrá cambiar esta postura”.