"Acabo de presentar mi dimisión. Es de una manera irrevocable, y me la acepten o no dejo de ser entrenador del Xerez DFC. Quería aprovechar esta situación para dar un millón de gracias a mis futbolistas, que como personas y jugadores es lo más excelente que me he encontrado. También al cuerpo técnico, a la directiva, al presidente y en especial a Edu Villegas que es quien confió en mí y me trajo a este club. A vosotros, los medios de comunicación que me habéis tratado siempre con mucho cariño, mucho respeto y mucha educación. Y como no, a los aficionados que, desde el primer día que llegué, me han acogido como uno más. He sentido su cariño, su apoyo, pero llega un momento en el que uno tiene que ser feliz y yo no lo soy. Agradezco a todos mi estancia, pero todo tiene un inicio y un final. Forza Xerez DFC".
Así, sin dar opciones a preguntas, se despidió Andrés García Tébar, un señor del fútbol, del Xerez DFC. Dice que no es feliz y por eso se va. Lo hace sin un mal gesto, sin una mala palabra pero también de una forma total y absolutamente inesperada. Nadie se esperaba que los acontecimientos se precipitasen de la forma que lo han hecho. Tébar ya tenía pensado su adiós por la mañana pero fue después del partido cuando se lo indicó a suis jugadores, al director deportivo y posteriormente lo anunció en rueda de prensa. El Xerez DFC debe comenzar ya a buscar un entrenador que busque los objetivos que tenía Tébar, jugar la promoción -deja al equipo en dicha zona- y lograr el ascenso. El listón para el que llegue estará alto..