La resaca del puente de la Inmaculada y su repercusión en el centro de Jerez con la avalancha de público concentrado en las plazas del centro, las hermandades y las peñas para disfrutar de las setenta zambombas programadas sigue dando titulares a la hora de valorar el poder de convocatoria de estas fiestas populares y los aspectos a mejorar. Horas después de que la Asociación de Vecinos Centro Histórico denunciara que el centro haya lucido como un “macrobotellón legal”, la alcaldesa, Mamen Sánchez, valoró muy positivamente que la ciudad se haya convertido “en un atractivo turístico de invierno” tras calificar de “magnífico” el “largo fin de semana” por la afluencia de visitantes. “Muchos vienen por primera vez a conocer la ciudad por el reclamo de las zambombas, y ese es el objetivo, que el visitante se interese por la ciudad, que visite la zambomba pero también vaya a la Real Escuela y a bodegas, como han hecho algunos; es importante que se queden con el gusanillo de volver y de conocer Jerez con mucho más detenimiento”.
Hasta ahí lo que respecta a la incidencia turística.En cuanto a la denuncia de los vecinos del centro histórico, que piden un plan para “proteger” estas fiestas y más aseos portátiles públicos, entre otras medidas, la regidora socialista tiene claro que “todo hay que mejorarlo” pero “hay que estar orgullosos de que la zambomba se haya convertido en una referencia para la ciudad en estas fechas”. También entiende la alcaldesa que “cuando hay algo que atrae a mucha gente, siempre va a haber gente más cómoda y más incómoda.
En el Gran Premio les toca a los vecinos de la Avenida pasar esas incomodidades, en la Feria a todos los vecinos del entorno... Cada año intentamos mejorar para que esos pequeños problemas se vayan solucionando. Pero a veces es difícil”, matiza. De la misma forma que están las quejas, asegura Mamen Sánchez, están las opiniones de otros vecinos del centro histórico con los que ella ha conversado estos días en la calle y que le han hecho llegar la satisfacción que les daba ver a la ciudad con tanto ambiente y con los bares llenos. “A veces es el color con el que lo quieras mirar. Les puedo decir que hay personas del centro histórico que me han dicho que les da mucha alegría ver a Jerez así, y que si hay que aguantarse un fin de semana, nos aguantamos, porque esto es bueno para Jerez”, añade, sin pasar por alto los problemas de “civismo” que puedan registrarse por las micciones en la vía pública.
“Hay quien el problema lo ha tenido porque vive en una calle estrecha y hay gente que se ha metido para hacer pis. Nosotros lo hemos intentando solucionar metiendo todos los días mangueras para arreglar este problema de incivismo. Hay quien se ha molestado -prosigue- porque hay una bodega que da pared con pared a su casa y ha hecho una zambomba. Si eres de las más afectadas porque tienes el ruido de la bodega, pues lo que debes hacer es denunciar a esa bodega y saber si reúne los requisitos para celebrar una zambomba”, añade la alcaldesa.
Una fiesta “de día”
No obstante, la máxima autoridad local recalcó que “por nuestra parte intentaremos poner los medios que podamos, en la medida que podamos” tras resaltar la ausencia de incidentes destacables en temas de seguridad pese a la gran cantidad de personas concentradas en torno a unas celebraciones que cada año reúne a más gente durante el día, el preferido para el público.“Se celebra de mediodía hasta no muy entrada la noche y no hay ningún tipo de amplificación de sonido, son voces, palmas, guitarras y panderetas”, añade.
La ocupación hotelera sube tres puntos
La ocupación hotelera media en Jerez ha crecido este año durante el puente de la Inmaculada en tres puntos, tras pasar del 82,72% del año pasado al 85,79% de este 2019, un dato aportado por Horeca, la patronal hostelera, que está cuatro puntos por encima de la media provincial. Además, durante el viernes y el sábado, la ocupación rozó el lleno completo, con casi un 96% cada jornada. El domingo ya bajó casi al 67%.