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Medias Mario echará el cierre tras la campaña navideña

La histórica tienda de Doña Blanca, fundada en abril de 1936, se despide de la clientela jerezana después de casi 84 años

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  • Isabel Rodríguez, propietaria de Medias Mario, con parte de la plantilla. -
  • “Todo en la vida tiene su momento y este es el nuestro”, señala su propietaria
  • Isabel Rodríguez, a punto de cumplir los 80 años, cree que es hora de irse al no haber otra generación para continuar

Corría abril del año 1936 cuando Mario Rodríguez fundaba en el número 3 de la calle Doña Blanca, frente a la Plaza de Abastos de Jerez, Medias Mario, una de las primeras mercerías en la ciudad. Natural de Daimiel y casado con una jerezana, este emprendedor fue todo un visionario en el concepto de la especialización. Empezó con la media y los calcetines, y luego amplió el abanico con la lencería (sujetadores, corsetería...) y las prendas de baño. “Mi padre era un enamorado de la media, entonces eran de seda, ¿eh?, después evolucionaron y vinieron las de nailon, sin costuras. De ahí el eslogan: Medias Mario hace las piernas bonitas”, explica su hija Isabel Rodríguez, que achaca el éxito de esta histórica tienda octogenaria a su capacidad para adaptarse a los tiempos y a las necesidades, ampliando el género con lo último en el mercado, y a no  haber descuidado nunca atención personalizada al público, la calidad ni haber escatimado en personal, llegando a tener detrás del mostrador hasta 14 dependientas. “Esas han sido podríamos decir nuestras patas y, bueno,  eso lo hemos mantenido hasta el final; ahora nos vamos con mucha pena”, señala emocionada la gerente, quien, a punto de cumplir los 80 años, cree que “todo en la vida tiene su momento, y este es el nuestro”, señala. 

Esto quiere decir que después de la campaña navideña, una vez que pasen los Reyes y agoten los artículos que les queda, cerrarán para siempre. Aunque “se han reunido muchos condicionantes”,  el de mayor peso radica en su edad y la falta de descendencia para que se hagan cargo de la continuidad del negocio. No habra tercera generación que siga al frente. Ella es la única de los hijos de Mario que sigue con vida, no tiene hijos y al personal de la tienda, donde trabajan cinco mujeres -llevando la que menos 13 años-“no le ha interesado quedarse con la tienda”. “También es verdad que lo principal ha sido que no tengo edad, voy a cumplir los 80, nos ha cumplido el alquiler del local, tendríamos que renovarlo y ves tú que para las cosas llega su momento. Es verdad  que es una pena decirlo y yo no quiero ofender a nadie, pero lo del centro de Jerez es una pena, un centro tan bonito…Yo entré con 16 años, llevo sesenta y tantos años aquí y es verdad que todas las grandes superficies se han ido al extrarradio, antes había comercios grandes, y la gente tiene pocos motivos para venir al centro;  la gente viene de bares aquí y nosotros no nos podemos quejar, tenemos muchos clientes, hemos seguido vendiendo, pero no igual que antes. La decisión principal es que yo me tengo que ir -continúa- si tuviera sucesión seguiría, pero como nueva generación no hay, se terminó”, explica apenada. “Aquí hemos estado todos los hermanos; pero todos han ido faltando, sólo he quedado yo. Los sobrinos casi todos están fuera y los que están aquí tienen sus carreras, no les ha interesado seguir con el negocio”, añade.

Calidad, atención y mucho personal

Tanto ella como el las otra cinco dependientas: Merche, Maria José, Yolanda, Cristina y Noelia,  algunas de las cuales llevan 30 años tras un mostrador que sigue intacto, al igual que los cajones y el resto del mobiliario del local,  reconocen que desde que su clientela más fiel vio los carteles de liquidación por cierre del escaparate hace una semana, “esto parece un tanatorio”. “Las lagrimas que hemos derramado nosotros aquí, y las que nos quedan; esto es como si se me fuera un ser querido, la tienda es mi familia, las niñas (por las trabajadoras)..”, señala. Aún no saben el día exacto que cerrarán, lo que tienen claro es que “mientras que haya artículos vamos a intentar estar aquí” y cómo quiere que los jerezanos recuerden a Medias Mario.  “Somos un comercio emblemático, tradicional. Ha sido una larga vida y queremos darles las gracias al público por habernos sido fiel. Yo creo que de los negocios más antiguos no queda ninguno, son casi 84 años los que  llevamos aquí en esta esquina”. Y es que había un dicho que Isabel recuerda y que cree que hace justicia con lo que ha significado este establecimiento para los jerezanos y vecinos de la sierra: “Ve a Medias Mario que si no lo encuentras allí no lo hay en ninguna parte;  es verdad que eso lo decía la gente”, reconoce orgullosa.

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