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Las farmacias se quedan sin tratamientos gratuitos para dejar de fumar

La medida impulsada por Sanidad para financiar un intento anual por paciente desde enero ha tenido tan buena acogida que ha agotado las existencias

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  • En enero se dispara el número de personas que acuden a terapia para dejar de fumar. -
  • Desde el Colegio de Farmacéuticos esperan que el problema de distribución se solvente en 15 días

Las farmacias han comenzado 2020 convirtiéndose en uno de los mejores aliados para dejar de fumar después de que por primera vez Sanidad financie desde el pasado 1 de enero “un intento anual por paciente” para decirle adiós al tabaco. Pero no todos los fumadores que tengan entre sus propósitos del año abandonar esta adicción, cuyas cifras se disparan en estas fechas, van a poder disfrutar de este tratamiento (que tiene un precio de poco más de 100 euros) a coste cero. Sólo podrán acceder a este fármaco los pacientes que estén en programas de deshabituación tabáquica, que tengan una motivación expresa de dejar de fumar y quienes evidencien un alto nivel de dependencia. La prescripción de estos tratamientos se producirá a través la receta electrónica para pacientes que estén incluidos en ese programa de apoyo individual y/o grupal y además cumplan los criterios establecidos como tener motivación expresa de dejar de fumar constatable con al menos un intento en el último año; fumar diez cigarrillos o más al día y tener un alto nivel de dependencia calificado por el test de Fagerström igual o mayor que 7.  

Cada prescripción se realizará por un envase, lo que equivale a un mes de tratamiento. Tras ello, el médico, en el marco del seguimiento del programa de deshabituación tabáquica, valorará la evolución de la efectividad del tratamiento con carácter previo a la emisión de la siguiente receta. El tratamiento completo tiene una duración entre nueve y doce semanas y el SNS financiará sólo un intento al año por paciente.

El propósito estrella


¿Cómo está siendo la acogida de este tratamiento en las farmacias? Aún es pronto para tener datos oficiales, pero a juzgar por las valoraciones que hace el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz, Ernesto Cervilla, la respuesta ha sido tan positiva que ha desbordado incluso las previsiones. De hecho, como indica, a día de hoy las farmacias de la provincia no pueden dispensar este fármaco porque no hay existencias, pero la previsión es que dentro de 15 días se repongan.

Debido a este problema en los almacenes de distribución, los farmacéuticos están teniendo complicaciones para dispensar los tratamientos prescritos por los médicos, que deben supervisarlos, lo cual evidencia la aceptación que ha tenido esta iniciativa, pues aunque estos fármacos han existido siempre no ha sido hasta ahora cuando se ha dado la opción de que Sanidad lo financie siempre que  se cumplan  los requisitos descritos. En este sentido, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos están también pendientes de firmar un convenio con la Consejería de Salud y Familias de la Junta para apoyar el seguimiento de los pacientes que se sometan a este tratamiento.  

8.000 personas al año

Al margen de esta novedad, el Área de Gestión Sanitaria recibe cada año unas 8.000 personas fumadoras que estarían dispuestas a abandonar su consumo de tabaco, según las cifras que maneja  Josefa Rojas, responsable del Plan Integral del Tabaquismo en Andalucía (PITA) en el área de gestión sanitaria en Norte de Cádiz, y que todos los años presentan un repunte por estas fechas. En cuanto a los recursos, en todos los centros de atención primaria existen profesionales formados en abordar al paciente fumador y motivados para ello. Del mismo modo, el Hospital de Jerez cuenta con una consulta específica de tabaquismo en funcionamiento durante todo el año. La forma de abordar al paciente fumador puede ser a través de terapias conductuales-cognitivas o farmacológicas en las  que el paciente puede ser atendido de forma individual o grupal (teniendo ambas la misma efectividad). Si acuden a estas sesiones cada 15 días  y no tiran la toalla, el 60%-70% de los pacientes permanecen abstinentes al año del seguimiento.

Cuidado con el estrés y el factor emocional

Normalmente los seis primeros meses desde que comienzan las terapias son el momento más vulnerable para que los fumadores que se someten a las sesiones individuales y grupales tengan una recaída. El estrés y especialmente en las mujeres el factor emocional debido a un problema serio puede acabar asemejando ese malestar con el síndrome de abstinencia. “Piensan que fumándose un cigarrillo lo van a solucionar y no tiene nada que ver; el malestar psicológico va a seguir y son cosas completamente distintas”, señala Rojas.

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