Las carreteras gaditanas registran “un total de 59 zonas de acumulación de accidentes en las que se produjeron más de 200 siniestros con ocho muertos a lo largo de 2007”.
El PA asevera que “sólo 12 de ellas están controladas por seis radares, que tienen una cobertura de hasta cinco kilómetros en ambos sentidos”. Los otros seis “se encuentran situados en zonas donde el peligro es menor, según un informe reciente de la Asociación Europea de Automovilistas (AEA)”.
La N-340, que une Vejer y Algeciras, “contabiliza hasta siete puntos negros, todos a partir del kilómetro 36 en ambos sentidos, justo donde termina la Autovía de la Luz (A-48)”. En esta curva, “se han producido un gran número de accidentes. A pesar de ello, los radares aparecen a partir del kilómetro 70”. También “hay puntos muy peligrosos que son reiterativos, y siguen manteniendo estas zonas sin vigilancia, cuando una de las señales a las que más atienden los conductores es a la que anuncia la presencia de un radar”.
Por ello, el PA exige “que se inste al Ministerio del Interior y a la Dirección General de Tráfico para que rediseñen el mapa donde deben colocarse los puntos fijos de control de la velocidad, buscando siempre los puntos negros de nuestras carreteras”.