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Jueves Santo en Jerez, de las vísperas al epílogo de lo que pudo haber sido y no fue

Las cofradías del Jueves Santo y la Madrugada entremezclaron sus actos en una jornada que marcó el inicio del fin de una larga pesadilla

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La Vera Cruz sobre su paso, expuesto en San Juan

Monumento al Santísimo en la capilla del Sagrario de San Marcos.

El Jueves Santo ha marcado sin duda alguna el punto de inflexión de una semana de ausencias y vacíos que se está haciendo interminable para los cofrades.

Del ambiente de vísperas que se venía viviendo desde el Domingo de Ramos se ha pasado sin solución de continuidad al epílogo de una suerte de pesadilla de la que nadie parece capaz de despertar.

En este Día del Amor Fraterno se han entremezclado los actos promovidos por las cofradías del Jueves Santo y la Madrugada: veneraciones de imágenes, vía crucis internos y demás celebraciones que de algún modo trataban de ofrecer a los hermanos una programación alternativa a las estaciones de penitencia.

Junto a esos actos han cobrado mayor realce la celebración de los oficios propios del Jueves Santo, así como la visita a los sagrarios, unos ritos a menudo ensombrecidos por el esplendor de las salidas procesionales.

La Hermandad de Humildad y Paciencia ha vivido su particular estreno como corporación de pleno derecho de la nómina del Jueves Santo, mostrando a su titular ante el presbiterio de la iglesia de la Santísima Trinidad en una recreación del monte calvario.

La Redención, La Vera Cruz, La Lanzada, El Huerto y El Mayor Dolor también han reunido a sus hermanos para celebrar actos alternativos a la estación de penitencia en el interior de los templos. La cofradía salesiana ha podido aprovechar el patio del colegio Lora Tamayo para desarrollar un Vía Crucis al aire libre.

El Santo Crucifijo y La Buena Muerte han programado sendos actos en el interior de sus respectivos templos para la mañana del Viernes Santo, al igual que la Hermandad del Nazareno, que en la amanecida de esta jornada aprovechará el patio de San Juan de Letrán para reunir a un grupo reducido de hermanos ante sus imágenes.

La iglesia de San Francisco acogió durante este Jueves Santo la ceremonia de veneración de los titulares de la Hermandad de las Cinco Llagas.

Multitudinaria fue la presencia de personas en la Plazuela durante todo el día para visitar a la Virgen de la Esperanza de la Yedra y al Señor de la Sentencia y Humildad. La Virgen fue dispuesta bajo palio en el centro de su capilla, mientras que el Señor ocupó su paso de misterio en la casa de hermandad.

El tráfico quedó interrumpido durante todo el día en el entorno de la capilla de la Yedra precisamente para facilitar las visitas y evitar aglomeraciones en la medida de lo posible.

Especial era la jornada para la Hermandad de la Misión, que se integraba de manera definitiva en la nómina de la Madrugada del Viernes Santo. Los titulares de la cofradía estuvieron expuestos a la veneración de los fieles en la parroquia del Corpus Christi.

A primera hora de la mañana de este Viernes Santo se celebrarán unos cultos internos alternativos a una salida procesional que de haberse producido hubiera sido sin duda alguna histórica.

La Semana Santa va llegando a su final. Ha pasado del ambiente propio de las vísperas a la melancolía del epílogo. Queda la esperanza de que esa pesadilla que parece no tener fin haya escrito ya su último capítulo.

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