En 24 partidos, casi todo lo que pudo salir mal, salió peor aún. Este sábado era un día de ganar o ganar, y el Málaga regaló a su afición otro sentimiento apático. Y eso que el gol de
Lago Junior pareció abrir el camino de las alegrías, pero fue una falsa alarma. Un contraataque del Burgos acabó en el empate definitivo que deja al equipo con
21 míseros puntos. De uno en uno, esta maratón en el barro es todavía más eterna. Una temporada como esta es arrancarles las ganas de fútbol a cualquiera.
El equipo saltó al campo mordiendo, en una huída hacia delante obligada por la pura necesidad. Y se fue entrando poco a poco al partido, primero a través de saques de esquina para ir orientándose hacia ocasiones más claras, como la de Lago Junior, que probó al portero burgalés por primera vez J.A. Caro en una conexión interesante con Rubén Castro en el área. Antes, un
posible penalti del Burgos por agarrón a N’Diaye que fue muy protestado en La Rosaleda. Ni siquiera el VAR se molestó en poner en duda a González Francés.
Con
Fran Villalba como piedra angular de la creación arriba, el Málaga siguió controlando e insistiendo, pero esa finura no la estaba teniendo. Ni aunque Mel pusiera a un once titular de lo más ofensivo. La dictadura del centro constante al área no funcionaba ante un equipo tan compacto y bien trabajado en el bloque defensivo como el Burgos, equipo menos goleado de la categoría.
El Burgos es un equipo inteligente porque sabe sus virtudes y sus limitaciones, no usa el balón para lo que no sabe y es eficiente. Seguro atrás, cuando pilla a su rival al contragolpe es capaz de crear llegadas claras. A ocho minutos del descanso tuvieron un atajo hacia el gol que no logró convertir desde fuera del área un R. Navarro que la mandó arriba. Urgía un héroe blanquiazul que cambiara el guion de partido aburrido.
Y entonces apreció el dorsal ‘7’. Se llama Lago Junior y necesitó su segundo tiro a puerta para confirmar lo que él mismo se aventuró a prometer, que “tiene gol”. Una ruptura entre líneas de Aleix Febas fue el germen de la alegría de la parroquia malaguista. Abrió a Chavarría, que centró largo a la cabeza de Rubén Castro. El canario, forzado y sin margen para el remate, la dejó con nieve para Febas en el área pequeña, pero su marca la despejó hasta la posición del costamarfileño. Ahí, de primeras, sin décimas de segundo en entretenerse, Lago Junior definió raso y fuerte a la red. Su celebración acabó en un abrazo con Manolo Reina, con quien coincidió en Mallorca, aunque su primera reacción fue no inmutarse, como diciendo: “Veis, os lo dije”. Nos lo dijo. La tuvo. Lo hizo (1-0, minuto 43).
Sin tiempo para celebraciones, tras el descanso se volvió al césped algo frío y el Burgos, con un par de ajustes y dos cambios antes de llegar a la hora de partido, consiguió su premio. Tras una mala gestión de contraataque de Rubén Castro, que intentó una vaselina lejana con más fe que sentido, la posesión posterior la aprovechó el equipo de Julián Calero para empatar. Álex Bermejo cazó en el área un centro que vino desde la línea de fondo cuando el Málaga defendía con tres, absolutamente vendido (1-1, minuto 63).
Entonces, lejos de mostrar desaliento, la afición respondió. Y siguió apretando y contagió al equipo, que buscó la contrarréplica mediante Lago y Castro. Fue un espejismo. El entrenador malaguista no tardó ni un minuto más en meter tres cambios de golpe: Appiah, Luis Muñoz y Álex Gallar. Ninguno de los tres estuvo fino. Mientras tanto, el Burgos, a lo suyo: bien apelotonado atrás y a esperar algún desajuste de su rival. Tocaba asediar al muro creado por Calero, y en eso el Málaga no es demasiado sobresaliente.
El tiempo se agotaba y a Mel se le acababan las ideas. El bloqueo mental ascendía con el paso de los minutos. Se volcó el equipo como pudo, y a balón parado la tuvo con un cabezazo de Juande, pero poco más peligro para la portería rival. El mismo Juande, en la siguiente jugada, se comió un bote que estuvo cerca de ser otro clavo en el ataúd. En el último minuto hasta la tuvo el Burgos. De ahí al “¡Manolo, vete ya!”, más cánticos y pancartas contra él y el hartazgo evidente de la afición, que solo ha visto cuatro victorias en 24 partidos.
Ficha técnica:
Málaga FC: Rubén Yáñez; Delmás, Burgos, Juande, Javi Jiménez; N’Diaye (Luis Muñoz, 67’), Febas, Villalba (Gallar, 67’); Chavarría (Appiah, 67’), Rubén Castro (Loren, 85’) y Lago Junior (Fran Sol, 78’).
Burgos CF: Caro; Areso (Borja González, 79’), Córdoba, Elgezabal, Grego, Matos; Curro (Matos, 85’), Navarro (Mumo, 60’), Atienza, Hernández (Mourad, 46’); y Bermejo.
Goles: 1-0, Lago Junior (min. 43). 1-1, Álex Bermejo, (min. 63)
Árbitro: González Francés. Amonestó con amarilla a Esteban Burgos, N´Diaye del Málaga CF y a Mumo del Burgos CF
Incidencias: Partido de la jornada 24 de LaLiga Smartbank celebrado en el Estadio de La Rosaleda ante 16.026 espectadores.
