En 1 de enero de 2024 arrancará el Plan Microcreds. El Gobierno de España destinará 50 millones de euros para que las
universidades públicas oferten posibilidades formativas de corta duración y más flexibles a las personas de
entre 25 y 64 años, un “sector de la población que ha estado poco presente” en las titulaciones superiores.
Siguiendo una “estrategia europea”, ha detallado el ministro de Universidades, Joan Subirats, en Málaga, se paliaran las
“carencias” del sistema educativo y se contribuirá a
dar “formación a lo largo de la vida”.
El plan de microcredenciales se sale de la estructura “rígida” de grado, postgrado y doctorado, para “abrir las universidades a todas las edades”. Subirats ha explicado que “
antes, la gente estudiaba cuatro o cinco años un grupo y con esa formación podía estar toda la vida trabajando”, pero el
mercado laboral ha cambiado y ahora hay que “replantear las estructuras formativas”, porque “hay un cambio estructural de los empleos y carencias significativas en ciertas formaciones”.
Europa “nos pide” que se construyan sistemas educativos “más flexibles y adaptables a las necesidades”, para que una “mayor parte de la población pueda tener acceso” a la educación especializada.
¿Cómo se hará?
No serán carreras universitarias de 240 créditos, sino que “cuando se habla de microcredenciales
serían de 1 a 15 créditos, entendiendo que un crédito son 25 horas”. Estas acreditaciones se podrán “ir apilando, de forma que
se podrán hacer varios cursos y acumularlos hasta construir una acreditación de curso superior”.
Para acceder
no será necesario cumplir los requisitos para entrar en la universidad, “puede haber personas que en su momento no entraron en la universidad, pero ahora quieran optar a incorporarse a estos cursos”, ha indicado el ministro: “Las universidades
podrán acreditar a personas por su trayectoria profesional, para que les permitan entrar a pesar de no tener los requisitos de un bachillerato, etc.”
Para financiar este plan, se ha conseguido, ha dicho, mediante una adenda de los fondos europeos ya aprobada por el Consejo de Ministros, una dotación de 50 millones de euros para que las universidades puedan
aplicar este plan del 1 de enero de 2024 al 30 de junio de 2026 en “programas pilotos”.
Durante estos dos años y medio, se prevé que, con este “capital semilla”, las universidades puedan
ofertar un “mínimo” de 1.000 formaciones y acreditaciones para 60.000 personas.
Los cursos “responderá a demandas sociales”. El asesor del Gabinete del ministro de Universidades, Jaume Blasco, ha añadido que las microcredenciales están pensadas para las
personas que se quieren “
reinventar”, sin necesidad de estar en desempleo, y para las
empresas que “requieren determinados perfiles y no los encuentran o que requieren recalificar a sus trabajadores, porque hay nuevas necesidades”.
Para la presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Eva Alcón, se podrá convertir en un “
magnífico instrumento de inclusión y de generar igualad de oportunidades”.