Domingo de Ramos de devoción y frustración. De visitas a las imágenes en templos y casas de hermandad, de lamentos, de dar vueltas por las calles a la espera de que hubiera alguna procesión, pero también, de acompañar a los titulares de las cofradías
desde el recogimiento interior, porque salvo La
Pollinica, ninguna cofradía de las nueve que tenían previsto realizar estación de penitencia este domingo pudo cumplir con tranquilidad su discurrir por las calles, con recorrido oficial incluido, lastradas por los
malos augurios climatológicos en forma de tormentas y lluvia de ese barro que flota en la calima.
Aunque la jornada comenzaba, como cada año, en Calle Parras, con la salida procesional de
Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo, que hizo un recorrido canónico,
desde su salida hasta su encierro, después, se fueron sucediendo los
comunicados en los que se anunciaban las cancelaciones.
Antes de las tres de la tarde hasta tres cofradías emitían sendos comunicados donde anunciaban su renuncia a realizar estación de penitencia. La primera en comunicarlo, la cofradía del
Dulce Nombre, que ante la probabilidad, según los partes meteorológicos que manejaban, de que a partir de las 17.00 horas empeoraran las previsiones de lluvia, decidía
suspender la estación de penitencia. Una
decisión “dolorosa” de la cofradía, que optaba por “cuidar el patrimonio escultórico, espiritual y humano de la corporación”.
Con posterioridad,
Salutación confirmaba oficialmente suspender la estación de penitencia y se
apelaba a “la comprensión de todos los hermanos y devotos en aceptar esta difícil decisión, por el bien del grupo humano y nuestro patrimonio”. No cesaba ahí la dolorosa cascada y la cofradía de
Humildad y Paciencia tiraba también de prudencia para señalar que tampoco iba a procesionar.
También, las Reales Cofradías Fusionadas anunciaban que
la Virgen de Lágrimas y Favores no haría estación de penitencia ante el aviso amarillo que lanzó la AEMET por las tormentas esperadas para las seis de la tarde, dejando imágenes de desconsuelo en torno a su ilustre Mayordomo, el actor
Antonio Banderas.
Y en el mismo sentido tomaba su decisión
Salutación, que no ponía en las calles de Málaga a nuestro padre Jesús Nazareno de la Salutación y a María Santísima del Patrocinio, que quedaban expuestos para poder ser visitados por los devotos a partir de las cinco de la tarde y hasta las nueve de la noche. En su comunicado, Salutación señalaba que apelaban también a la comprensión de los hermanos y devotos tras la difícil decisión tomada, una cantinela repetida una vez tras otras en los documentos oficiales.
Fue también el caso de la Cofradía de Humildad, cuyos tronos de la
Presentación al Pueblo (Ecce Homo) y Nuestra Señora de la Merced, quedaron encerrados para ser contemplados por los devotos hasta las diez de la noche en el Santuario de la Victoria.
Diferente fue el caso de
El Prendimiento, que se decidió por salir a la calle, en una estación de penitencia reducida por diferentes
calles de su feligresía en el barrio de Capuchinos, desde la salida de su Casa de Hermandad, a San Millán, Bueno Lara, Alameda de Capuchinos, Plaza de Capuchinos, Cruz del Molinillo, Ollerías, Tejón y Rodríguez... aunque, la presencia de lluvia, le hizo regresar de manera precipitada sin culminar el itinerario previsto.
Por su parte, después de la enésima consulta meteorológica, la Junta de Gobierno de la
Cofradía del Huerto si que decidía realizar su salida procesional, aunque con una hora y media de retraso, para dar comienzo al recorrido a las 18:15 horas. Así, anunciaba que el cortejo seguiría el itinerario previsto, “sujeto a modificaciones en función de la evolución del tiempo”. Una evolución que trajo lluvió y obligó a su regreso precipitado.
La decisión de la Cofradía del Huerto contrastaba con la que tomaban desde la
Hermandad de la Salud, que decidía no echarse tampoco a la calle, como habían decidido ya otras seis anteriormente. Así, también a través de un comunicado oficial, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Esperanza en su Gran Amor y María Santísima de la Salud quedaban en la Parroquia de San Pablo expuestos para los devotos en sus tronos hasta las diez de la noche.
Un Lunes Santo donde se prevén lluvias
La jornada del
Lunes Santo puede quedar también truncada, como la del Domingo de Ramos, si se cumplen los pronósticos meteorológicos que avisan de lluvias, en este caso, más persistentes aún, y que se pueden prolongar
hasta bien entrada la tarde. Será por lo tanto una jornada de
volver a manejar partes meteorológicos y tomar decisiones difíciles, con la única esperanza, de demorar la salidas procesionales. si es que se da la oportunidad porque se abra el cielo. Si no, se vivirá otro día de deambular por las calles del centro, de verse perdido por Larios,
en busca de las cofradías que se decidan a procesionar o, en el peor de los casos, acudir a los templos y casas de Hermandad.
Pero, si el tiempo no lo impide, como dicen los clásicos, se podrá ver por las calles de Málaga a
Crucifixión, que debe salir a las 15.20 y pedir la venia en la Tribuna Principal a las 17.45;
Gitanos, (a las 17.20 y a las 18.20);
Pasión, con salida a las 17.40 desde la Parroquia de los Mártires;
Dolores del Puente, que debería echarse a la calle a las 17.25 para transitar por la Tribuna Principal a las 19.50;
el Cautivo, el Señor de Málaga, desde su Casa de Hermandad en la calle Trinidad, que debe salir a las 17.30, la misma hora a la que se debe echar a la calle
Estudiantes.
De esperar es que todo transcurra con normalidad, pero no hay buenos augurios, para un Lunes Santo que es siempre una de las jornadas de mayor contraste que ofrece la Semana Santa de la capital en sus seis cofradías que llegan desde diferentes barrios de la ciudad y dejan estampas y momentos muy recomendables. Desde la Cruz Verde, el Santísimo Cristo de la Crucifixión y María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad; desde El Perchel, el Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de los Dolores; a los pies de la Alcazaba y del Teatro Romano, con los sones de Gaudeamus Igitur, la Cofradía de Estudiantes, con los tronos del Santo Cristo Coronado de Espinas y Nuestra Señora de Gracia y Esperanza; por supuesto, Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada con su paso emblemático por el Puente de la Aurora; desde la calle Frailes, nuestro Padre Jesús de la Columna y María Santísima de la O; y desde la Parroquia de los Mártires, Nuestro Padre Jesús de la Pasión y María Santísima del Amor Doloroso.