El concejal de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga, Francisco Pomares, ha señalado que son las mujeres que ejercen la prostitución en el polígono industrial Guadalhorce las que deben localizar una parcela que reúna los requisitos necesarios. Más aún, ha afirmado que si existe ese solar, ellas lo encontrarán porque "son espabiladas y saben lo que tienen que buscar".
Así se ha pronunciado este miércoles Pomares, tras la presentación del II Plan Transversal de Género del Ayuntamiento de Málaga 2014-2018, al ser preguntado por la situación de estas mujeres en el polígono Guadalhorce.
En este sentido, el edil del Partido Popular ha manifestado que se trata de "un grupo organizado e inteligente; mujeres que son espabiladas y que tienen capacidades y ellas saben lo que tienen que buscar".
En concreto, debe ser una parcela "viable", que no solo reúna las exigencias de limpieza y de seguridad de este colectivo, sino también que cumpla la Ordenanza para la Garantía de la Convivencia Ciudadana, algo que Pomares ha reconocido que "no es fácil". El problema, además, radica en que "no quieren moverse de ese entorno", ha precisado.
No obstante, según el responsable municipal de Derechos Sociales, "les hemos dado los mapas, las hemos orientado y ellas saben moverse muy bien", insistiendo en que "si existe en el polígono una parcela que reúna los requisitos, ellas la encontrarán".
PARCELA DE LA JUNTA
Ha recordado que "fueron echadas por la Junta de Andalucía de una parcela que ellas mismas habían elegido, que tenía seguridad y en la que el Ayuntamiento invirtió en iluminación y limpieza, y nadie dijo nada". De todos modos, ha dicho que "no entro a valorar eso porque cada administración es competente y yo respeto eso".
Las prostitutas exigen un lugar digno y seguro en el polígono Guadalhorce donde realizar sus servicios después de que el año pasado se cerrara una parcela propiedad de la Junta, puesta a disposición de estas profesionales con el apoyo del Consistorio, por las basuras y los escombros que acumulaba. Ante esto, se ven obligadas a trabajar en plena calle, arriesgándose, entre otras cuestiones, a ser multadas.