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Málaga

Condenado por abusar de dos hijas de su pareja y amenazar a una para que no lo contara

La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre por abusar de dos hijas de su pareja durante varios años cuando eran menores de edad y por amenazar a una de ellas con una navaja si contaba lo que ocurría

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La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre por abusar de dos hijas de su pareja durante varios años cuando eran menores de edad y por amenazar a una de ellas con una navaja si contaba lo que ocurría. Así, en total se le imponen 26 años de cárcel y la prohibición de aproximarse o comunicarse con las víctimas y a indemnizarlas con 20.000 euros a una y 60.000 euros a otra.

   Según se declara probado en la sentencia, el acusado realizó a partir de 2001, tocamientos a una de ellas cuando la niña tenía 10 años y hasta que se fue del domicilio familiar con 18 años. Asimismo, según la resolución, desde 2008, comenzó a realizar lo mismo a la otra hija, cuando tenía 14 años, aprovechando que estaban solos o por las noches.

   En esos momentos le decía que si contaba algo la enviarían a un centro de menores, donde ya había estado, dice la sentencia, en la que se precisa que estos hechos sucedieron hasta el año 2012. En 2011, teniendo la chica 17 años la agredió sexualmente, según se considera probado por el Tribunal, y meses después ocurrió lo mismo, sacando el acusado una navaja y amenazándola.


   Por estos hechos, se condena al hombre por dos delitos de abusos sexuales continuados, otros dos de agresión sexual y uno de amenazas. La Sala considera que el acusado se prevalió de la situación de vulnerabilidad de las menores y de la superioridad "derivada de las condiciones familiares que las rodeaban y la presión".

   El procesado negó los hechos, aunque las declaraciones de las víctimas fueron "esclarecedoras y contundentes", según la Sala. Ambas mujeres relataron lo denunciado e indicaron que en un momento dado se retractaron por miedo a que les pasara algo o a volver al centro de acogida. Además, las otras testificales "revelan las características de los hechos y la veracidad de lo manifestado".

   También se hace mención a los informes periciales psicológicos y se concluye que las pruebas "no dejan lugar a dudas sobre lo acontecido y en concreto el largo sufrimiento que ambas han padecido a manos del acusado y sin poder contar con apoyo" familiar.

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