El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, ha dejado claro que "hoy no es viable el cambio de cromos" en alusión a renunciar al proyecto del metro en superficie hacia el Hospital Civil, que cuenta con el rechazo de vecinos y comerciantes de Bailén-Miraflores, y llevarlo al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). En este punto, ha advertido de que una alternativa distinta a lo ya acordado haría "inviable" la red del ferrocarril urbano.

   En este punto, ha señalado al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que "nuestra intención no es perpetuar debates estériles, sino aportar soluciones", recordándole que "hay que cumplir los compromisos libremente adquiridos" e "imponer la racionalidad".

   López, que ha participado en Málaga en un desayuno-coloquio organizado por el diario 'SUR', ha empezado su intervención con un mensaje claro: "un consejero de Fomento no está para cavar trincheras, sino para tender puentes".

   "Desde la responsabilidad política debemos trabajar para aportar soluciones y generar certidumbre", ha declarado, mostrando su disposición a "hablar con todos y sobre todo", pero, eso sí, "sería bueno que se hiciera bajo la premisa de que hay que cumplir los compromisos que libremente vamos adquiriendo".

   Ante esto, De la Torre, presente también en este desayuno-coloquio, ha mantenido que "si hay acuerdo con los vecinos, no habrá ningún problema", punto en el que ha aprovechado para recordar su idea del metrobús. Además, ha dicho al consejero que "hay muchas cosas que están pactadas que, sin embargo, no se han cumplido".

   En respuesta, López ha opinado que "hay pretextos para no entrar en el fondo de la cuestión", haciendo hincapié en que "el interés de la ciudad y los compromisos con terceros --en alusión a la concesionaria y al Banco Europeo de Inversiones (BEI)-- deben estar por encima del legítimo interés particular". Ante esto, "mano tendida" al Consistorio, admitiendo que "este proyecto en contra del Ayuntamiento no se puede hacer".

   Para el consejero, "el interés del conjunto de la ciudad no puede ser interpretado sólo por la opinión de unos vecinos, sino por el legítimo representante de la ciudad, que es el Ayuntamiento, y éste sabe que tiene unos compromisos".

   Ha dejado claro que "la Junta está haciendo lo que le corresponde, que es cumplir con el trayecto previsto y aportar tranquilidad a los inversores", subrayando que llevar el metro a la zona norte es "fruto de un exhaustivo trabajo de planificación, una importante labor técnica y una solución global, meditada y compartida en función de los intereses de la ciudad". "Es un proyecto, no impuesto, sino compartido", ha precisado.

   Más aún, ha resaltado que "es el fruto del acuerdo sellado por el alcalde con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, adquiriendo compromisos con todos los malagueños y también con los terceros implicados".

   Plantear otra hipótesis diferente a lo recogido en el protocolo de intenciones firmado entre Junta y Ayuntamiento en noviembre de 2013 significa "no comprender la envergadura de los compromisos adquiridos", ha indicado. "Cuando dos instituciones llegan a puntos de encuentro aceptables y los plasman en un documento generan certidumbre y seguridad", ha aseverado, advirtiendo de nuevo de que "los titubeos sólo crean incertidumbre".

   Así, cuestionado por si es viable un cambio de proyecto de cara a los compromisos adquiridos con el BEI, ha dicho que "posibilidad de hablar de lo que se quiera siempre hay, pero no tiene sentido plantearse un intercambio forzado de cromos".

   En el caso concreto del metro en superficie por Eugenio Gross y Blas de Lezo, cuyo proyecto constructivo definitivo será entregado al Ayuntamiento en un plazo de "unos 15 o 20 días", López ha admitido que quizá "no hemos sido lo suficientemente pedagógicos para evitar que temores infundados se convirtieran en rechazo".

   Por ello, ha abogado por "trabajar de forma conjunta para convencer y persuadir a los vecinos reacios", algo que, en clara alusión a De la Torre, ha dicho que "no se hace desde la duda ni la tibieza ni desde el cambio de discurso, sino escuchando a todas las partes y argumentando desde la razón".

   Ante esto, ha pedido a los vecinos que se oponen al tranvía, y que se han concentrado a la entrada del céntrico hotel en el que se celebraba este desayuno-coloquio, que "nos escuchen" porque "este proyecto es una oportunidad que les va a beneficiar, modernizando su distrito y el conjunto de la ciudad de Málaga".

   Sin olvidar la premisa de que el metro es "un proyecto compartido, de la Junta y del Ayuntamiento o del Ayuntamiento y de la Junta", el titular andaluz de Fomento ha afirmado que "el metro sólo tendrá éxito si la ciudad lo adopta como propio".

   "El metro es ya una herramienta útil para la ciudad", ha declarado, agregando que lo será aún más cuando la red esté operativa al cien por cien, con la llegada a la Alameda Principal y al entorno del Hospital Civil y 20,7 millones de usuarios al año.

   En su intervención, López ha defendido la movilidad sostenible, no sólo por cuestiones medioambientales, sino también de salud, y ha dejado claro que es "un modelo de éxito". De hecho, ha asegurado que "no existe ni un caso en Europa en el que la apuesta por un metro ligero no haya sido un éxito".

   En cuanto a los problemas de movilidad del PTA, ha expuesto que la tecnópolis "no necesita un transporte regular cada 20 minutos, sino en horas punta, y ofreciendo mucha potencia de respuesta", algo que sí aportaría el Cercanías, pero no el metro. En su opinión, optar por éste último sería "una solución irracional".

ADENDA

   También se ha abordado otro de los temas polémicos en relación con el metro: la adenda que ha de modificar y actualizar los compromisos adquiridos en el convenio de 2003. De hecho, De la Torre ya advirtió de que no se sentaría con la Junta hasta que ambas partes resolvieran esta cuestión.

   "Nosotros estamos dispuestos a firmar esa adenda con el Ayuntamiento", ha afirmado López, pero con dos requisitos: aceptar el trazado hacia el Hospital Civil y cerrar las obras de movilidad sostenible con las que compensar la factura del Consistorio por la construcción del suburbano; eso sí, siguiendo "criterios similares a Granada y Sevilla, ya que lo contrario, no es posible".

   En este punto, ha rechazado que se incluya la adquisición de autobuses urbanos: "de ninguna manera puedo aceptar eso". "Se trata de obras que contribuyan a la movilidad sostenible, incluso, a futuro, pero no otra cosa", ha precisado, recordando al Ayuntamiento que, tras los pronunciamientos judiciales, "la Junta estaría en condiciones de retener esa cantidad de la participación en los tributos del Estado, pero no lo hacemos porque nuestra postura no es beligerante".

   Ante esto, De la Torre ha aclarado que lo que se demanda es la adenda con los nuevos términos relativos a la explotación, un documento que, según el protocolo de intenciones de 2013, debería haber estado firmado antes de la puesta en marcha parcial del metro en julio de 2014. "No hay por qué ligar este tema al trazado al Hospital Civil porque es independiente", ha manifestado.

   El alcalde ha indicado, al respecto, que el problema actual radica en que "el Gobierno andaluz negoció directamente en 2005, sin que lo supiera el Ayuntamiento, con el Estado la aportación de éste último". "La adenda se plantea para poner al día la larga falta de información que la Junta ha tenido con el Consistorio", ha resumido.

   Por último, el consejero ha hecho referencia al tramo del metro entre Renfe y Guadalmedina, tras la rescisión del contrato con el Grupo Ortiz, y ha señalado que está prácticamente concluida la redacción del proyecto modificado, por lo que en el segundo trimestre de este año se licitará la obra para su reanudación "cuanto antes".