El Ayuntamiento de Málaga defendió ayer en pleno que no cederá ante el “chantaje de ninguna empresa ni nadie” y que trabaja para solucionar la situación de los polideportivos de El Torcal y la Trinidad que se enfrentan a una amenaza de cierre tras el anuncio de un expediente de regulación de empleo de la empresa, que puede dejar en la calle a casi 60 empleados y sin servicio a 6.000 usuarios. Trabajadores y vecinos afectados tomaron la palabra en la sesión para quejarse de la situación de incertidumbre que atraviesan y exigir sumar esfuerzos para evitar que se suspenda este servicio. “No podemos ceder al chantaje en un servicio público, con esta situación de incertidumbre, ir a trabajar cada día se hace cada vez más difícil”, explicó José Francisco Gutiérrez, portavoz de los trabajadores en El Torcal. En la misma línea se posicionó el representante vecinal del barrio, Miguel Ángel Ojeda, que exigió una solución para “que no se cierre ni un solo día”.
Críticas de la oposición
Desde los grupos en la oposición forzaron al equipo de gobierno popular al compromiso de que en futuros pliegos de condiciones además de más control e inspecciones a las empresas adjudicatarias, se incluyan cláusulas que garanticen el empleo del personal, aunque no han conseguido sacar adelante municipalizar estos espacios deportivos. “La historia se repite”, criticó el edil socialista José Carlos Durán, en referencia al cierre de las piscinas de Campanillas y Puerto de la Torre. Una política de externalizaciones que fue muy critica por Málaga Ahora, Ciudadanos o Málaga para la Gente. “Tienen la espada de Damocles sobre sus cabezas”, alertó la edil de la coalición de izquierdas, Remedios Ramos.
