En la Universidad no enseñamos oficios a los estudiantes, sino profesiones. No formamos para encontrar un empleo, sino para desarrollar una carrera profesional. Amueblamos las cabezas de los estudiantes y damos las herramientas necesarias para procurar la capacidad de análisis y de transformación en el mundo laboral que les toque vivir”. Con estas palabras, el rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, reivindicó ayer en un desayuno coloquio organizado por el periódico ‘Viva Málaga’ en el Hotel Vincci Posada del Patio el papel fundamental de las instituciones académicas para transformar el modelo social a través de la formación de los alumnos.
Asimismo, el catedrático de Medicina aprovechó este foro para pedir a la sociedad y al mundo empresarial una oportunidad para los estudiantes. Aseguró que “poseemos la mejor generación de profesionales y que por no tener empleo tienen que marcharse fuera”. “Necesitamos dar más oportunidades a nuestros estudiantes y para ello pido la implicación de la sociedad”, añadió. Al respecto, Narváez, subrayó que en estos cuatro años quiere cambiar la filosofía de la formación a través de los doctorados industriales.
Estas declaraciones tuvieron lugar en la conferencia titulada ‘El reto social de la Universidad de Málaga’. A este acto, que está patrocinado por el grupo empresarial Sando con la colaboración de Unicaja, asistieron representantes de la vida política, económica y social de Málaga y Andalucía.
José Ángel Narváez también defendió la permanencia de las Ciencias Sociales y las Humanidades. “En la Universidad tenemos que seguir formando maestros o filósofos… no todos van a ser ingenieros”, dijo en su alocución, y abogó por proteger estos estudios que “no deben desaparecer y son fundamentales para la transformación de la sociedad”.
El rector malagueño, que lleva en este cargo desde hace unos meses, reconoció creer con firmeza en el sistema universitario andaluz y apostó por la colaboración entre las instituciones docentes para la creación de un “sistema fuerte y con capacidad transformadora”. “No quiero competir con ninguna universidad andaluza. Quiero colaborar con las diez universidades andaluzas; ahí está el futuro. Nuestro trabajo no puede ser otro que desarrollar una labor de servicio social”, apostilló.
Además, Narváez hizo hincapié en el fomento del emprendimiento desde la Universidad, pero “no sólo para la creación de empresas, sino procurar que los estudiantes sean creativos, con capacidad de innovación social” y que, en definitiva “tengan un perfil emprendedor”.
Para ello, puso como ejemplo la filosofía de la iniciativa impulsada por el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y la Universidad de Málaga, El Rayo Verde, donde se desarrollan estrategias de emprendimiento. En su primer año, han puesto en marcha ocho proyectos de iniciativa social. A su vez, apostó por el establecimiento de “pasarelas entre la formación profesional y la Universidad” para facilitar la formación y resaltó la importancia de la investigación y la internacionalización.
Y es que la rectora de la UGR, Pilar Aranda, fue la encargada de presentar al rector malagueño, de quien alabó su faceta humana e investigadora.
Por su parte, el consejero delegado de Sando, Luis Sánchez Manzano, puso de manifiesto la estrecha relación de este grupo empresarial con la UMA y han sido partícipes de su consolidación a través de diversos proyectos, como la construcción de la Escuela de ingenierías, obra de Salvador Moreno Peralta, que obtuvo la máxima categoría en eficiencia energética otorgada por la Agencia Andaluza de Energía. Entre los nuevos proyectos, citó las becas de formación que se desarrollarán en Marruecos.
El rector también quiso alabar el papel fundamental que jugó la Universidad de Granada en la creación de la de Málaga. “Granada fue nuestro alma máter; nos enseñó a ser la universidad que ahora es”. Al caso, Narváez señaló que pedirá al Consejo de Gobierno de la UMA la concesión de la Medalla de Oro a la Universidad de Granada.
Entre los retos sociales de la institución académica para los próximos cuatro años, Narváez quiere que la UMA sea una universidad de la provincia de Málaga y no sólo de la ciudad. “Quiero que la Universidad de Málaga sea la universidad de los pueblos de la provincia”. Prueba de ello, destacó el proyecto de prácticas en empresas puesto en marcha con la Diputación.