Málaga Ahora denuncia que 3 de las 5 muestras analizadas superan, hasta en 17,2 veces, el límite legal de hidrocarburos y piden sancionar al Ayuntamiento.
Los antiguos terrenos de Repsol, entre los distritos de Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero están “altamente contaminados”. Es la denuncia que lanza Málaga Ahora tras los sondeos realizados en julio y octubre pasado a apenas 30 y 40 centímetros de profundidad que revelan una presencia de hidrocarburos de petróleo hasta 17,2 veces por encima del límite legal en el peor de los casos. De las cinco muestras tomadas, en lugares aleatorios, solo dos resultados muestran niveles por debajo de lo permitido.
Unos resultados que ratifica el informe elaborado por Miguel Ángel Quesada, catedrático de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga, que alerta que a mayor profundidad, mayor será la contaminación. En la actualidad, según apuntan, si no se excava en la parcela, no supone ningún riesgo para la salud, pero advierten de las consecuencias que entrañaría manipular la tierra para levantar grandes torres de viviendas o un centro comercial.
Málaga Ahora, que presentó mociones al respecto en enero de 2016 y este mismo año, ha solicitado incluso a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que sancione al Ayuntamiento por no actuar con diligencia. El Consistorio se podría enfrentar a una multa de hasta 300.000 euros por no tener inventariado como suelo potencialmente contaminado el solar de más de 177.000 metros cuadrados.
El estudio ya está en manos del Ayuntamiento de Málaga y la Consejería de Medio Ambiente, mientras la formación apuesta por el empleo de Fitorremediación, es decir, plantación de especies, como medida para ir adelantando la descontaminación del suelo superficial de la parcela, un argumento más de peso que se suma a su defensa del Bosque Urbano que reclaman vecinos, colectivos y partidos de izquierda.
En la actualidad la Sareb, propietaria junto al Ayuntamiento de Málaga de los terrenos, ha encargado unas catas para conocer la situación del solar. Tras el desmantelamiento de los bidones de Repsol, el único informe conocido al respecto data de 2002, cuando la Consejería de Medio Ambiente aseguró que la parcela estaba limpia. Ahora, nuevos sondeos ratifican que los restos de la presencia de la petroquímica aún persisten a pie de terreno.