El duelo que dirimirán Barça y Unicaja, en el último choque de cuartos de final de la Copa del Rey, bien podría denominarse el de la bestia negra y su presa, ya que los azulgranas siempre ganaron a los verdes en playoff (9 de 9) y también en esta competición en las seis veces que se enfrentaron.
Todo parece estar del lado barcelonista, que ha ganado los últimos nueve partidos de Liga y es líder de la Euroliga, mientras que los andaluces llegan en plena crisis de juego y resultados tras cerrar, con victoria ante el Fuenlabrada el domingo, una pésima racha de diez derrotas consecutivas, seis en Liga y cuatro en Eurocoup, de la que ha quedado eliminado prematuramente.
En casi cualquier comparación sale perdiendo el Unicaja, que sin embargo puede acordarse de la edición de 2005 en la que también entró al cuadro como octavo y en la última jornada y acabó proclamándose campeón ante el Real Madrid en Zaragoza.
Sarunas Jasikevicius, entrenador azulgrana, tiene la baja de Víctor Claver y la duda de Alex Abrines, con molestias en los isquitibiales, y seguro que recordará a sus jugadores que las dos últimas ediciones disputadas en Madrid, 2011 y 2019, finalizaron con el equipo alzando el trofeo.
Fotis Katsikaris, entrenador del Unicaja, no podrá contar con Dragan Milosavljevic y Gal Mekel, bajas de larga duración, estando el resto de jugadores en condiciones de jugar. En la única ocasión que se han enfrentado en la presente temporada, en el Martín Carpena el pasado 24 de septiembre, ganó el Barça por 70-79.
Otro dato a favor de los de Jasikevicus es que el Barça es el segundo mejor rebote de la Liga (36,3 por encuentro), mientras que el Unicaja, que ha demostrado durante toda la temporada excesiva fragilidad en su juego interior, es el segundo peor en este apartado con 31,6 capturas. La nómina de los culés es estelar con Nico Mirotic, Nick Calathes, Brandon Davies, Cory Higgins, Kyle Kuric, Abrines, Adam Hanga... La de los andaluces tampoco se puede echar en saco roto con Darío Brizuela, Jaime Fernández, Francis Alonso, Tim Abromaitis, Rubén Guerrero, Adam Waczynski, Alberto Díaz...
Pero a pesar de todo, la Copa es la Copa. Cualquier cosa puede suceder. Cuarenta minutos para revertir pronósticos, cuarenta minutos para romper con el pasado, cuarenta minutos para la gloria.
Un “extra de motivación”
El entrenador del Unicaja, el griego Fotis Katsikaris, quien lleva cinco partidos al frente del equipo malagueño, ha manifestado este jueves que afronta la eliminatoria de Copa del Rey ante el Barcelona con “mucha energía” porque “siempre hay un extra de motivación cuando nadie cree en ti”.
Katsikaris, quien ha sustituido al frente del Unicaja a Luis Casimiro, afronta la Copa del Rey después de ganar por 68-85 al Urbas Fuenlabrada y romper una racha negativa de diez partidos oficiales sin ganar, lo que ha insuflado moral al equipo malagueño, al que su técnico ve “muy bien” para afrontar el torneo copero.
En rueda de prensa antes de viajar a Madrid con las bajas del base israelí Gal Mekel, lesionado, y del pívot ucraniano Volodymyr Gerun, con el que no cuenta, el entrenador griego dijo que su equipo va “teniendo menos agujeros” para hacer frente a una competición y a un rival “muy bien armado, con mucho físico” y con la “presión de ganar títulos”. “Espero que podamos controlar la pintura, aunque va a ser muy difícil”, afirmó el técnico heleno del partido ante el Barcelona en el Palacio WiZink Center, al que garantizó que los suyos saldrán "con muchas ganas, con mucha energía".
Consideró que la defensa será fundamental y que pueden “llegar al último cuarto con opciones” y, a partir de ese momento, “va a estar todo abierto” ante un equipo del que destacó nombres propios como Smits, Martínez o Bolmaro, que están “creciendo desde el verano y son secundarios de lujo”, además del ala-pívot serbio Nikola Mirotic “un anotador como Kuric y Abrines, grandes tiradores”.
Sobre Mirotic, dijo que es “es el más talentoso de nuestra Liga, tiene muchos recursos”; y de Calathes, que “tiene un ordenador en la cabeza, sabe donde está uno y donde tiene que ir cada uno: no es un tirador, pero en momentos críticos las mete y te hace daño”, dijo.