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El primer censo de aves en la Sierra de las Nieves detecta un total de 82 especies

Para lograr estos resultados, los biólogos de la Universidad de Málaga (UMA) Ignacio Barrionuevo y Laura Barroso instalaron 156 puntos de escucha en primavera

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  • Paisaje de la Sierra de las Nieves. -
  • La especie más abundante resultó el pinzón vulgar (Fringilla coelebs), con 324 ejemplares

El primer censo de aves que se realiza en Sierra de las Nieves (Málaga) una vez declarada parque nacional ha constatado la presencia de 82 especies, aunque también una progresiva ausencia de las que encontraban un hábitat adecuado por su menor temperatura.

Para lograr estos resultados, los biólogos de la Universidad de Málaga (UMA) Ignacio Barrionuevo y Laura Barroso instalaron 156 puntos de escucha durante la primavera de este mismo año, a una altura entre 1.000 y 1.700 metros, y de los datos recabados deducen que el efecto de ‘isla’ climática de la serranía se está perdiendo progresivamente por el alza de temperaturas.

En su investigación han tenido en cuenta los registros visuales y sonoros de las especies presentes en la zona y, con posterioridad, un análisis estadístico que permite estimar la abundancia relativa de cada una de ellas.

“El estudio presenta los primeros datos cuantitativos de aves para este espacio natural y sienta un primer precedente para el futuro programa de seguimiento” requerido por el estatus de protección con el que cuenta, afirma Laura Barroso, más necesario si cabe al tratarse de ambientes de montaña, muy sensibles al cambio global.

El Parque Nacional Sierra de las Nieves acoge una diversidad biológica y de ambientes entre los que destaca la mayor extensión mundial de pinsapo (Abies pinsapo), una conífera endémica y amenazada. La localización geográfica de estas formaciones boscosas, en el sur de las cordilleras Béticas, unido al ambiente de montaña, promueven una comunidad de aves característica y con presencia de especies que persisten en estas latitudes como huella de un pasado más frío.

Es el caso de colirrojo real, roquero rojo, collalba gris o alondra común, que se ubican mas al norte o a mayor altura. “Se trata del refugio de montaña más al sur de Europa, equiparable a una especie de ‘isla’ en comparación con el ‘continente’, que sería Sierra Nevada”, advierte Barrionuevo.

La investigación se enmarca en el programa europeo Lifewatch, que recaba datos para un estudio de cambio climático. “En el pinsapar hemos detectado 61 especies, en el quejigal de montaña, otro de los ambientes característicos de la Sierra de las Nieves, fueron 38 especies, y en el matorral supramediterráneo (formado por piornales y enebrales), también fundamental en el parque nacional, 39 especies”, añaden los expertos de la UMA.

La especie más abundante resultó el pinzón vulgar (Fringilla coelebs), con 324 ejemplares. Le siguió el colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus), una de las especies más peculiares de la sierra, que aprovecha para anidar en los huecos de los troncos de los pinsapos y los quejigos de montaña más viejos. “Tristemente, solo hemos podido detectar 5 alondras comunes (Alauda arvensis), quizá la especie que más se pueda ver afectada por el calentamiento en las zonas más altas y la pérdida de pastizales”, señalan.

El impresionante roquero rojo (Monticola saxatilis), más ligado a ambientes rocosos, otro emblema de las zonas altas de la Sierra de las Nieves, fue detectado por Barroso y Narrionuevo al menos 11 veces que, “a pesar de ser el doble de alondras, es igualmente un número bajo”.

Los datos de los científicos fueron divulgados en Conserbio, congreso de conservación de naturaleza cuya sexta edición se ha celebrado en Málaga y en el que se han presentado 54 ponencias científicas. 

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