El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, formalizó este lunes su candidatura como senador en las próximas elecciones de mayo, dos días después de que su portavoz anunciara que se postularía como vicepresidente en competición directa con su hija Sara, lo que finalmente no ocurrirá.
"El presidente Rodrigo Duterte se presentará a senador con el partido político Pederalismo ng Dugong Dakilang Samahan (PDDS, Organización del Federalismo de Sangre Noble)", dijo a los medios Melvin Matibag, portavoz del Partido Democrático Filipino-Poder Popular (PDP-Laban), al que ha pertenecido el presidente hasta ahora.
Matibag anunció la candidatura del actual presidente en la Comisión Electoral en Manila este lunes, el mismo día en que finalizaba el plazo para la presentación o modificación de candidaturas.
El sábado pasado, un portavoz de Duterte, Martin Andanar, anunció a los medios que el presidente se presentaría a la vicepresidencia del país en competición directa con su hija Sara Duterte-Carpio, quien anunció su candidatura ese mismo día.
Sin embargo, el mandatario ha dado un brusco giro a su estrategia política, al postularse a senador.
El futuro político de Duterte, de 76 años, ha alimentado todo tipo de especulaciones en los últimos meses, a pesar de que él mismo ha afirmado varias veces (la última vez en octubre) que abandonaría la política una vez concluya su mandato de seis años como presidente, que por ley no puede revalidar.
Los anuncios y los desmentidos sobre las candidaturas del presidente y su hija mayor han sido una constante en la política filipina durante los últimos meses.
Filipinas entró el 1 de octubre en una larga temporada electoral con el comienzo del registro de candidatos para las elecciones de mayo de 2022, que concluye este lunes.
Duterte afirmó en octubre que planeaba retirarse de la política al terminar su mandato y preparar su defensa ante la Corte Penal Internacional (CPI), que ha abierto una investigación sobre supuestos crímenes de lesa humanidad durante su controvertida guerra contra las drogas.
Este aspecto de su presidencia, su principal reclamo en las elecciones de 2016, es su legado más sangriento, con miles de muertos durante redadas policiales contra supuestos traficantes y drogadictos.
Pese a sus constantes polémicas en los medios, con declaraciones altisonantes y frecuentes cambios de criterio, Duterte ha mantenido unos altos niveles de popularidad durante su mandato.