Se trata de la segunda reunión de Francisco con el arzobispo alemán, tras la mantenida entre ambos el pasado 9 de enero
El papa Francisco ha recibido este sábado a monseñor Georg Gänswein, que fue durante casi dos décadas el secretario personal del pontífice emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado día 31 de diciembre a los 95 años de edad, informó el Vaticano.
"El Santo Padre Francisco recibió en audiencia esta mañana a S.E. Mons. Georg Gänswein, Arzobispo de Urbisaglia, Prefecto del Casa Pontificia", indicó la Santa Sede en el escueto comunicado diario en el que informa de los encuentros del pontífice.
Se trata de la segunda reunión de Francisco con el arzobispo alemán, tras la mantenida entre ambos el pasado 9 de enero, y como en aquella ocasión no han trascendido detalles de la audiencia del papa al arzobispo alemán.
Gänswein era el más cercano colaborador desde 2003 de Joseph Ratzinger, quien renunció al papado en 2013 dando lugar a una inédita convivencia entre dos papas, en la que tras un primer momento de sorpresa se consiguió un importante equilibrio entre las dos áreas de la Iglesia, la progresista y la conservadora.
El secretario de Benedicto XVI publicó el pasado 12 de enero el libro "Nient'altro che la verità" (Nada más que la verdad) para responder a "las calumnias y oscuras maniobras" que trataron "en vano" de ensombrecer el legado del pontífice emérito, que murió en el monasterio vaticano en el que residió la última década de su vida tras su histórica renuncia.
En una de las escasas referencias públicas de Francisco a este asunto, el papa dijo en el avión de vuelta de su último viaje internacional, el pasado 5 de febrero, que la muerte de Benedicto XVI ha sido instrumentalizada "por gente de partido y no de Iglesia", en relación a las declaraciones, publicaciones y libros, como el de Ganswein, que surgieron tras el fallecimiento.
"Esas historias que se cuentan de que Benedicto XVI estaba muy disgustado" con él "era un cuento chino", en referencia, aunque sin citarlo, a Ganswein, quien aseguró que a Benedicto XVI no le gustó el limite que introdujo el papa a las misas en latín, algo muy criticado por los sectores más conservadores de la Iglesia católica.
En su libro, Gänswein reprocha al sucesor, Francisco, el papa actualmente "reinante", esa decisión, así como que le apartara de su lado pese a ser el prefecto de la Casa Pontificia, encargado de la agenda de los pontífices, y que de un día para otro le encomendara la labor de cuidar de Ratzinger en su retiro en el monasterio Mater Ecclesiae.