"Felipe González estaba detrás de todo", ha indicado y ha añadido que la puesta en marcha de los GAL fue "una decisión exclusivamente política".
Amedo, que ha declarado como testigo en la vista en la que se juzga la implicación de Planchuelo en dos atentados contra los bares franceses 'Batxoki' y 'Consolation' en 1983, en el que resultaron heridas varias personas, se ha referido en concreto a la decisión de intervenir en Francia ante la falta de colaboración de las autoridades galas en los años ochenta.
Así, ha especificado que esta decisión "jamás la tomó un mando policial". "Fue una decisión de Felipe González y del señor José Barrionuevo y del señor Julián San Cristobal", que entonces ocupaban los cargos de ministro del Interior y el gobernador civil de Vizcaya, respectivamente.
Amedo ha añadido que estos altos cargos del Gobierno socialista contaron con "la anuencia y el consentimiento" de otros políticos del PSOE, especialmente en el País Vasco. Así, mencionó a Txiqui Benegas --que aspiraba en 1983 al puesto de lehendakari--, el ex delegado del Gobierno en el País Vasco y actual ministro de la Presidencia, Ramón Jaúregui, y el ex secretario general de los socialistas vizcaínos Ricardo García Damborenea.
Así, ha especificado que quien le reveló que era el entonces presidente del Gobierno el responsable último de la decisión de intervenir en territorio francés a través de los GAL, fue el propio San Cristobal en una reunión celebrada en su despacho.
"Ninguna de estas decisiones se tomaba si no partían de los principales responsables de la lucha antiterrorista", ha insistido Amedo en otro punto de su declaración como testigo.
A preguntas de la abogada de la acusación particular Begoña Lalana, el ex policía ha explicado además, que "una serie de cargos importantes de este Estado" --volvió a mencionar a Barrionuevo e incluyó a Vera-- querían que él "fuera el único responsable de las acciones".
CRÍTICAS A GARZÓN
El testigo también ha criticado la actuación del juez instructor de la causa, Baltasar Garzón, al que ha acusado de presionarle con amenazas que incluían a su mujer para que ofreciera la versión que más "convenía". "Si el señor Garzón es ministro del Interior no existe ningún sumario de los GAL", ha dicho.
Amedo ha negado, por otra parte, cualquier relación de su superior Planchuelo con los atentados de los que se le acusa y ha especificado que no fue él quien le entregó el dinero para pagar a los mercenarios portugueses encargados de las acciones si no el jefe de ambos, Francisco Álvarez.