El juicio contra 67 periodistas turcos acusados de pertenecer o tener vínculos con la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK) --a la que las autoridades acusan de ser una organización paraguas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)-- se ha iniciado este lunes con la aparición ante el juez de 44 periodistas kurdos en el marco del mayor juicio contra miembros de la prensa del país. Los acusados se enfrentan a penas de entre siete y 20 años de cárcel.
Entre las pruebas en las que se sustenta la acusación se encuentran libros confiscados en las viviendas de los detenidos o pruebas de su resencia en manifestaciones pro kurdas a las que acudieron para redactar artículos para las publicaciones en las que trabajan.
El juicio de este lunes se ha visto retrasado varias horas a causa del ruido generado por los familiares y amigos de los acusados, que han acudido al tribunal para saludar a los detenidos cuando entraban a la sala. Una vez iniciado el proceso, el juez se ha negado a escuchar los testimonios en kurdo, lengua materna de la mayoría de los acusados.
"Usar tu lengua materna es como respirar. ¿Se debe pedir permiso para respirar?", ha dicho Yuksel Genc, uno de los acusados, en su testimonio, que ha leído en turco, según ha informado la agencia británica de noticias Reuters.
Según los últimos datos, el número de periodistas detenidos en el país asciende a 92 (la mayoría de ellos kurdos), muy por delante de China (22) e Irán. El juicio amenaza con poner una losa más sobre la libertad de información en el país, que ocupa el puesto 148 de 179 en este campo, según el último informe publicado por Reporteros Sin Fronteras (RSF). En este sentido, la organización ha dicho que el juicio "mina los intentos de Turquía de convertirse en un modelo regional".
Miles de sindicalistas, políticos, académicos y periodistas prokurdos han sido encarcelados desde 2009 por su presunta vinculación con el PKK, aunque la oposición argumenta que las detenciones son un método del Gobierno para acallar a la comunidad kurda y evitar que se informe sobre su situación.
"Es un juicio político. Todos los juicios bajo la bandera del KCK son un esfuerzo para romper la espina dorsal de la lucha política kurda", ha argumentado el parlamentario del Partido Paz y Democracia (BDP) Ertugrul Kurkcu. "El aparato judicial es un arma en la guerra", ha agregado.