Arabia Saudí rehúsa respaldar el alto el fuego en Siria impulsado por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, al desestimar que el conflicto sirio afecte a la festividad musulmana del Eid al Adha, que comienza con el peregrinaje a la ciudad saudí de La Meca.
A juicio del ministro del Interior saudí, el príncipe Ahmad bin Abdul Aziz, "los peregrinos y el peregrinaje no se verán afectados por lo que está ocurriendo sea donde sea, ya sea en Siria o en otro lugar".
En declaraciones recogidas por la cadena panárabe Al Yazira, Abdul Aziz ha negado que Arabia Saudí, que apoya abiertamente a los rebeldes sirios, pueda ser objeto de ataques infiltrados urdidos por el régimen de Bashar al Assad.
No obstante, el titular de Interior saudí ha advertido de que un ataque contra Arabia Saudí tendría "efectos muy negativos" y que "todo aquel que pretenda utilizar el Eid al Adha con fines políticos será expulsado del país".
El peregrinaje a La Meca se ha visto salpicado de acusaciones de Damasco que recrimina a Riad que no haya concedido visados a ciudadanos sirios, si bien las autoridades saudíes han insistido en que facilitarán los trámites para los refugiados sirios.