Al menos siete civiles afganos han fallecido a consecuencia de un ataque aéreo ejecutado por el Ejército del país centroasiático en la localidad de Baraki Barak, ubicada en la provincia de Logar (centro), según ha informado la agencia afgana de noticias Pajhwok.
La operación fue lanzada para intentar rescatar a tres soldados secuestrados por los talibán en los alrededores de Pul-i-Alam. Pese a que dos de ellos fueron liberados, el tercero falleció en el transcurso de la operación, presuntamente a manos de sus captores.
El presidente del consejo provincial de Logar, Abdul Wali, ha indicado que entre los fallecidos hay niños y que algunas de las víctimas murieron antes de llegar al hospital por el bloqueo impuesto por las fuerzas extranjeras en las carreteras de la ciudad. Asimismo, ha cifrado en 25 el número de insurgentes fallecidos.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) ha confirmado el bombardeo y ha apuntado que "se toma muy en serio los informes sobre víctimas civiles". "Estamos investigando el incidente para determinar qué ha pasado", ha afirmado.
Por su parte, el portavoz de los talibán, Zabihulá Mujahid, ha rebajado a 15 el número de insurgentes muertos en la operación, al tiempo que ha subrayado que un total de 28 miembros de las fuerzas de seguridad han fallecido en los enfrentamientos posteriores.
