Guinea celebra este sábado sus primeras elecciones legislativas en once años, tras numerosos aplazamientos, en un intento de restaurar la calma política en el país tras el golpe de Estado que culminó en la llegada al poder de Alpha Condé en 2010.
Treinta y dos formaciones políticas se presentan a los 114 escaños que conforman el Parlamento guineano. Entre ellas destacan el partido de Condé, el Movimiento por el Pueblo Guineano, y sus dos máximos rivales, la Unión de Fuerzas Republicanas, del ex primer ministro Sidya Touré, y la Unión de las Fuerzas Democráticas de Guinea, del también ex primer ministro Cellou Dalein Diallo.
La oposición, que ha amenazado con convocar protestas si los resultados son insatisfactorios, ha denunciado previamente que las listas de votantes están plagadas de errores que han dejado fuera del registro a miles de sus simpatizantes, y ha expresado sus dudas sobre la capacidad de la comisión electoral para gestionar el proceso.
Diallo finalmente ha aceptado la fecha a regañadientes. "Habría sido importante que el proceso se retrasara un poco más", declaró.
La economía del mayor exportador de bauxita ha sufrido reveses muy duros por culpa de las protestas de los últimos años y de la parálisis política. Este año, los pronósticos de crecimiento económico se han rebajado al 2,9 por ciento frente al 4,5 por ciento de 2012.
Además, el Departamento de Estado de EEUU ha emitido una alerta de viaje en la que se pide a los ciudadanos estadounidenses que residan o que pretendan viajar al país africano que tengan "mucho cuidado" durante los comicios porque "cabe la posibilidad de violencia política".
LLAMADA A LA CALMA
Los religiosos de Conakry han pedido tranquilidad a la población. "Nosotros, los musulmanes y los cristianos, todos los líderes religiosos pedimos a la gente a cumplir con su deber patriótico y sin violencia. A través de la violencia no se puede hacer nada", señaló el gran imán de Conakry, El Hadj Mamadou Saliou Camara, en declaraciones recogidas por Radio Francia Internacional.
Por su parte, el arzobispo de Conakry, monseñor Vincent Coulibaly, pidió a los guineanos que "piensen en su país y en su futuro". "Solo deseo la paz. Hoy, en la víspera, ruego a Dios que dé sabiduría los guineanos", proclamó.