Decenas de millones de egipcios están llamados a las urnas este miércoles en la segunda jornada del referéndum sobre la nueva Constitución elaborada tras el golpe de Estado que acabó el 3 de julio con el mandato del anterior presidente, Mohamed Mursi, el primer mandatario elegido democráticamente en el país tras la caída del régimen que lideraba Hosni Mubarak en febrero de 2011.
La primera jornada de la consulta sobre la Carta Magna ha quedado marcada por la violencia, con al menos diez víctimas mortales registradas en enfrentamientos entre partidarios del presidente depuesto Mohamed Mursi y agentes de las fuerzas de seguridad. Cuatro de las víctimas, entre ellas un adolescente de 14 años, han perdido la vida en la ciudad de Sohag, en la parte central del país, mientras que otras cuatro han fallecido en Giza. Dos personas más han muerto en Beni Suef y el área de Al Kanisa, al oeste de El Cairo, según el balance publicado por el diario 'Al Ahram'.
Un total de 53,4 millones de ciudadanos pueden ejercer su derecho al voto en una consulta en la que deberán responder si aprueban o rechazan la nueva Carta Magna, que revoca los cambios aprobados por los islamistas en la Constitución ratificada en diciembre de 2012 y que concede más poder al Ejército, que designará al ministro de Defensa para un mandato de ocho años y gestionará sus recursos económicos, incluida la ayuda militar internacional.
La nueva Carta Magna, que consta de 247 nuevos artículos y que ha sido redactada por una comisión de 50 expertos liderada por el ex secretario general de la Liga Árabe Amr Musa, prohíbe los partidos religiosos y refuerza la autoridad de las Fuerzas Armadas, lideradas por el general Abdelfatá al Sisi, que el pasado sábado se mostró dispuesto a presentarse como candidato a las elecciones presidenciales.
El texto constitucional confiere más poderes al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, la junta militar que ahora lidera Al Sisi y que será la encargada de elegir al ministro de Defensa, que ostentará su cargo durante ocho años desde que entre en vigor la nueva Constitución.
Además de censurar cualquier partido político establecido sobre una "base religiosa", la nueva Carta Magna contempla juicios militares a civiles, medidas derogadas tras la caída del expresidente Hosni Mubarak, en 2011, y que estuvieron implantadas durante sus tres décadas de mandato.
SEXTA VOTACIÓN TRAS CAÍDA DE MUBARAK
La cita con las urnas de este martes y miércoles supone la sexta ocasión en que los ciudadanos egipcios acuden a votar desde que el anterior 'rais', Hosni Mubarak, renunció al poder fruto de la presión de las manifestaciones en su contra el 11 de febrero de 2011.
Los más de 30.000 centros electorales abrirán sus puertas el martes y el miércoles desde las 9.00 horas (8.00 hora peninsular española) hasta las 21.00, siempre que los miembros de las Comisión Electoral Suprema no deciden prolongar la jornada electoral porque los votantes no hayan podido ejercer su derecho.
La Comisión Suprema Electoral, integrada por jueces, es el órgano que regula la consulta y las elecciones y es el único que puede anunciar los resultados del referéndum sobre la nueva Constitución. Este órgano de control y la asociación mayoritaria de jueces decidieron antes del referéndum que ningún magistrado afiliado al movimiento islamista Hermanos Musulmanes podría participar en la supervisión de la consulta.
El movimiento islamista que apoya al presidente depuesto Mursi fue declarado como organización terrorista por el Gobierno provisional el pasado 25 de diciembre, lo que ha llevado a la detención de varios de sus altos cargos.
El referéndum de la nueva Carta Magna también contará con el voto de los egipcios que viven en el exterior, con un total de 681.346 votantes registrados para votar en 127 embajadas y once consulados. Estos ciudadanos ejercieron su derecho al voto entre el 8 y el 12 de enero y el Ministerio de Asuntos Exteriores será el encargado de remitir sus papeletas a la Comisión Electoral para su recuento, según informa el diario estatal 'Al Ahram'.
DESPLIEGUE DE SEGURIDAD
La primera cita con las urnas posterior al golpe de Estado que derrocó a Mursi contará con un imponente despliegue de seguridad, con 160.000 militares (entre oficiales y reclutas) y 100.000 agentes de las fuerzas de seguridad para proteger los centros electorales e impedir incidentes.
Bajo las órdenes del general Abdel Fatá al Sisi, jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, ministro de Defensa y viceprimer ministro del Gobierno provisional, los militares están autorizados a emplear cañones de agua y gases lacrimógenos para disolver manifestaciones de protesta contra el referéndum constitucional. El general Al Sisi pidió el pasado sábado a los egipcios que acudan masivamente a las urnas para "no avergonzar al Ejército".
El referéndum constitucional, que tendrá un coste estimado de unos 2.000 millones de libras egipcias (unos 210 millones de euros), contará con la presencia de más de 80.000 observadores nacionales y 790 observadores extranjeros.
Además de los grupos egipcios, las organizaciones internacionales que enviarán observadores a la cita con las urnas son el Instituto Electoral para una Democracia Sostenible en África (EISA), la Red de Elecciones en el Mundo Árabe (ENAR), Transparencia Internacional, la Red Global para los Derechos y el Desarrollo, el Centro Carter y Democracia Internacional, según datos de la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (IFES).