El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, y el secretario de Estado, John Kerry, valoraron hoy la elección del presidente del Parlamento de Irak y urgieron a los iraquíes a que concluyan la formación de Gobierno con la inclusión de todas las comunidades del país.
Biden telefoneó hoy a Selim al Yaburi, de la coalición suní Fuerzas Iraquíes, "para felicitarle por su elección como próximo presidente del Parlamento iraquí", informó la Casa Blanca en un comunicado.
Biden y Al Yaburi "se mostraron de acuerdo en la importancia de actuar rápidamente, de forma consistente con los plazos constitucionales, para formar un nuevo Gobierno capaz de unir a las comunidades iraquíes en la lucha contra el Estado Islámico de Irak y del Levante (ISIL, en inglés)", indicó la Casa Blanca.
"Ambos conversaron sobre los esfuerzos necesarios para hacer frente a las quejas legítimas de todas las comunidades a través del proceso político", agregó.
El vicepresidente estadounidense aseguró que su Gobierno trabajará "de cerca" con el Parlamento dirigido por Al Yaburi, cuya elección puso fin hoy a dos semanas de parálisis política en Irak por el fracaso de las dos sesiones anteriores.
Por su parte, Kerry señaló que la elección de Al Yaburi es el "primer paso" en el "proceso fundamental" para formar un nuevo Gobierno "que pueda tener en cuenta los derechos, aspiraciones y preocupaciones legítimas de todas las comunidades iraquíes".
"Urgimos a los líderes iraquíes a que sigan este logro con la rápida formación de un nuevo Gobierno, siguiendo con la agenda de la Constitución iraquí", señaló Kerry en un comunicado.
El Parlamento iraquí, surgido de los comicios legislativos de abril pasado, deberá ahora elegir a un jefe de Estado, que a su vez designará a un primer ministro.
El secretario de Estado urgió, además, a la comunidad internacional a que apoye el proceso político en Irak, que "refleja las aspiraciones de los cerca 14 millones de iraquíes que votaron por nuevos representantes desde todas las partes del país".
Kerry señaló la importancia de que el nuevo Gobierno incluya a líderes que "reflejen un amplio consenso nacional", y aseguró que el futuro del país depende de la capacidad de los líderes iraquíes de permanecer unidos contra la amenaza del grupo radical ISIL.
"Irak se enfrenta una amenaza existencial y los líderes iraquíes tienen que confrontarla con la urgencia que demanda", enfatizó el secretario de Estado.
Irak está inmerso en una grave crisis debido al avance de grupos insurgentes suníes, que el pasado 10 de junio se hicieron con el control de Mosul, la segunda ciudad del país, y desde allí han progresado por otras zonas del norte y el centro.
Los yihadistas del Estado Islámico declararon además el 29 de junio un "califato islámico" que abarca desde la provincia siria de Alepo a la iraquí de Diyala.