Al menos cuatro soldados, un policía y siete miembros de la guerrilla kurda del PKK, Partido de Trabajadores de Kurdistán, han perdido la vida en varios enfrentamientos en el sureste de Turquía, según informan hoy el Estado Mayor turco y medios locales.
El más reciente ocurría esta mañana en el este del país, en la provincia de Kars, donde un soldado turco y tres guerrilleros del PKK han muerto en la explosión de una mina de carretera y en los enfrentamientos posteriores, según la cadena CNNTürk.
En el primero de los ataques que reporta la administración militar en un comunicado en su sitio web, murieron tres soldados y hubo seis heridos cuando un coche bomba estalló en una carretera al paso de un vehículo militar, en Karliova, localidad de la provincia de Bingol.
En otro enfrentamiento en Semdinli, un pueblo de la provincia fronteriza de Hakkari, un policía y cuatro miembros de la guerrilla kurda murieron cuando estos últimos intentaban bloquear una carretera.
Por su parte, el gobernador de la provincia de Mus, Vedat Buyukersoy, declaró hoy a la agencia semipública Anadolu que se había instaurado el toque de queda en la localidad de Varto, ante la presencia de rebeldes del PKK que ha desembocado en enfrentamientos, de los que aún no se conoce el desenlace.
En otro ataque a la sede del partido gobernante Justicia y Desarrollo (AKP) en Diyarbakir con coche bomba resultó herido el guardia de seguridad.
Con éstos ya son, según recuento del diario Hurriyet, 42 miembros de las fuerzas de seguridad turcas fallecidos en los últimos 40 días en choques con el PKK.
Los ataques de la guerrilla kurda se han intensificado en las últimas 5 semanas, a la par que los bombardeos del Ejército turco sobre las posiciones del PKK en el norte de Irak, desde el fin del alto el fuego.
Según el Ejército turco, al menos 400 rebeldes del PKK fueron "eliminados" en la ofensiva del norte de Irak y dentro de Turquía.