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Aguilar y Oreja se acusan de mentir y rivalizan en la defensa de derechos

Juan Fernando López Aguilar y Jaime Mayor Oreja se lanzaron ayer reproches mutuos de utilizar la mentira en asuntos como la crisis económica, el Yak-42 o el 11-M, y teniendo como argumento la reforma de la ley del aborto se enzarzaron en un debate sobre quién defiende mejor los derechos y ...

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  • López Aguilar (i) y Mayor Oreja junto a la periodista Ana Blanco. -
Juan Fernando López Aguilar y Jaime Mayor Oreja se lanzaron ayer reproches mutuos de utilizar la mentira en asuntos como la crisis económica, el Yak-42 o el 11-M, y teniendo como argumento la reforma de la ley del aborto se enzarzaron en un debate sobre quién defiende mejor los derechos y libertades.

Durante casi una hora y media los cabezas de lista del PSOE y del PP protagonizaron en TVE el primero de sus dos debates previstos durante la campaña para las elecciones del 7 de junio y contrastaron lo que consideran dos modelos totalmente distintos para afrontar los retos de Europa.

La economía ocupó gran parte del cruce de acusaciones y, así, Mayor Oreja se refirió a "las tres grandes mentiras de Zapatero": negar la crisis, culpar a los demás de los problemas económicos y, ahora, decir que "parece que tienen soluciones para afrontarla cuando no es verdad".

"¿Cuál es la mentira que toca ahora? ¿Qué falsedad van a introducir en la política española para convencerles de que en este momento debe ganar el PSOE?", se preguntó antes de acusar a López Aguilar de dibujar "una caricatura de la realidad".

El candidato socialista le exigió prudencia en sus palabras a la hora de hablar de tragedias y le recordó que en el PP "negaron" la del Yak-42 y el 11-M.

De "campeones de la demagogia" tachó al PP en materia de desempleo, le echó en cara el "decretazo" de 2002 y le acusó de no sacar a la luz su programa económico.

Mayor Oreja defendió la política económica de los gobiernos del PP, censuró al PSOE por "infartar la economía" y consideró que su gran fracaso es la política social, a la que otorgó un "suspenso claro".

Palabras que, para el dirigente socialista, demuestran que el PP no está interesado en ayudar al Gobierno en la batalla contra el desempleo porque "quiere ayudarse del paro para ganar su batalla" política. "Se nota que están contando a los desempleados con avaricia", añadió.

Según indicó, el PP "alienta irresponsablemente una huelga general, que echa de menos", pero los trabajadores "no son la infantería de la derecha política" y "saben que el Gobierno está de su parte".

El candidato socialista, quien bromeó con el último libro de Aznar (en el que asegura saber cómo salir de la crisis), defendió los políticas sociales, que no son un despilfarro, sino invertir en personas.

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