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Bélgica admite que pasó por alto datos clave para la lucha antiterrorista

Los ministros belgas de Interior, Justicia y Exteriores tuvieron que comparecer ante el Parlamento nacional para dar explicaciones después de que Turquía revelase que había avisado de la deportación a Holanda de Ibrahim El Bakraoui, uno de los suicidas

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  • El ejército en Bruselas -

Bélgica reconoció este sábado que cometió fallos en el marco de la lucha antiterrorista, al no tratar con suficiente diligencia la información sobre uno de los suicidas del aeropuerto, dentro de una investigación que cada vez deja más claros los vínculos entre los ataques de Bruselas y los atentados de París.

Los ministros belgas de Interior, Justicia y Exteriores tuvieron que comparecer ante el Parlamento nacional para dar explicaciones después de que Turquía revelase que había avisado de la deportación a Holanda de Ibrahim El Bakraoui, uno de los suicidas, sin que el país tomase medidas para frenarle, pese a tener un perfil claro de potencial terrorista.

El titular belga de Interior, Jan Jambon, admitió que hubo negligencia en la gestión del caso de El Bakraoui, y consideró "inaceptable" que no se hiciese "nada esencial" entre su detención en Turquía y su deportación a Holanda.

"Tras una reunión con la Policía federal, solo he podido concluir que alguien ha sido negligente", dijo Jambon, quien aseguró que la trayectoria de El Bakraoui permitía sospechar que podía tratarse de un potencial terrorista.

Anunció la apertura de un expediente disciplinario al funcionario de enlace de la Policía belga en Turquía por este caso.

Ibrahim El Bakraoui figuraba junto a su hermano Khalid, que se suicidó en el atentado contra el metro en la estación de Maelbeek, en una lista de vigilancia antiterrorista de Estados Unidos.

Francia también tenía identificado a algunos de los terroristas que participaron en los ataques, mientras que España ha dicho que poseía "alguna información" al respecto.

Bélgica ha abierto otra investigación para determinar si es cierto que la policía de Malinas, en la provincia flamenca de Amberes, obtuvo en diciembre información que no compartió con la Policía federal sobre el escondite del presunto cerebro del aparato logístico de los atentados del 13-N en París, Salah Abdeslam, detenido hace una semana tras cuatro meses en paradero desconocido.

Más allá de las deficiencias en el intercambio de información y en el tratamiento de los datos disponibles, lo que cada vez queda más claro es que los atentados del martes y los de noviembre en París, que dejaron 31 y 130 muertos, respectivamente, fueron cometidos por miembros de una o varias redes conectadas entre sí.

La Fiscalía federal de Bélgica confirmó que el segundo terrorista suicida del aeropuerto internacional de Zaventem era Najim Laachraoui, vinculado también a los atentados del 13-N.

La Fiscalía precisó que su identidad se ha podido establecer tras las pruebas de ADN y las tareas de investigación de las últimas horas.

Las trazas de ADN de Laachraoui también aparecieron en el chaleco explosivo y en un trozo de tejido utilizado en la sala de espectáculos parisina Bataclan y en una bomba en el estadio de Francia, señaló la Fiscalía.

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