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La junta militar de Tailandia celebra su victoria en el referéndum

La participación se situó alrededor del 55 por ciento, 25 puntos por debajo del objetivo que se había marcado la junta y 2 menos que en el referéndum

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La junta militar de Tailandia celebró la aprobación ayer en referéndum de su propuesta de Constitución, que consolida su influencia en la vida política del país, mientras los principales partidos, opuestos al proyecto, acataron el resultado.

La nueva carta magna logró un 61,4 por ciento de los votos a favor por 38,6 por ciento en contra con el 94 por ciento de los votos escrutados, según los últimos datos provisionales de la Comisión Electoral, que dará los definitivos el miércoles.

La participación se situó alrededor del 55 por ciento, 25 puntos por debajo del objetivo que se había marcado la junta y 2 menos que en el referéndum sobre la anterior constitución en 2007.

A través de un portavoz, el jefe de la junta y primer ministro, Prayut Chan-ocha, en el poder desde el golpe de Estado de 2014, instó a todas las partes a acatar el resultado e hizo un llamamiento a la unidad del país.

"El resultado de la decisión del pueblo refuerza la determinación de la junta de continuar el trabajo para establecer paz y orden, y encaminar el país hacia el desarrollo sostenible con una democracia de estándares internacionales", dijo el portavoz, Sansern Kaewkamnerd, en un comunicado emitido anoche.

El resultado del referéndum facilita la convocatoria de elecciones generales que, según el compromiso de las autoridades, deberían celebrarse en 2017.

La nueva Constitución, redactada por un comité de 21 miembros elegidos por la junta militar, había sido criticada por los principales partidos del país y organizaciones internacionales, que la consideran menos progresista que las de 1997 y 2007.

Los detractores denuncian que la nueva norma debilita a gobierno y cargos electos, y consolida el poder de los militares y de organismos estatales controlados por burócratas en la esfera política del país.

Líderes del Phuea Thai, partido depuesto en el golpe de Estado, y de los llamados "camisas rojas", movimiento popular que apoya a esa formación, aceptaron el resultado pero advirtieron que seguirán su lucha para lograr el pleno restablecimiento de la democracia.

"No quiero que quienes aman a la democracia sientan desánimo o que han perdido. No habéis perdido porque esta era una guerra en la que no tenías el derecho de ganar", dijo el portavoz de los camisas rojas, Jatuporn Prompan.

Su principal adversario, el Partido Demócrata, mostró respeto por la decisión del electorado y llamó a todas las partes a aceptar el veredicto de las urnas, a través de un mensaje en su cuenta de Facebook de su líder, Abhisit Vejjajiva.

"La junta tiene el deber de conducir Tailandia según el mapa de ruta planeado, lo que significa convocar elecciones generales en 2017", dijo Abhisit, quien la semana pasada anunció que votaría en contra de la Constitución.

Abhisit ofreció la colaboración de su partido a la junta para afrontar los problemas que acechan el país como el mal estado de la economía, la pobreza o la corrupción.

Las semanas previas al referéndum la junta persiguió las muestras de rechazo a la Constitución, en una campaña de intimidación que llevó a la detención de más de un centenar de personas y a la prohibición de todos los debates públicos.

Esta es la vigésima Constitución que adopta Tailandia desde el fin de la monarquía absoluta en 1932.

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