El expresidente francés Nicolas Sarkozy recurrirá ante la Justicia para demostrar su "inocencia" frente a las acusaciones que han conducido a su imputación
El expresidente francés Nicolas Sarkozy recurrirá ante la Justicia para demostrar su "inocencia" frente a las acusaciones que han conducido a su imputación por la supuesta financiación irregular de su campaña electoral de 2007 con dinero del exlíder libio Muamar el Gadafi, y que atribuye a "una maquinación vergonzosa" para hundirlo.
"Tarde el tiempo que tarde, desmontaré a los autores de esta maquinación vergonzosa que, más allá de atacarme a mí, ataca la función que ejercí y a nuestro país", declara Sarkozy, en una entrevista publicada hoy por Le Journal du Dimanche.
Sarkozy niega los cargos que le imputaron los jueces el pasado miércoles por haber financiado supuestamente la campaña electoral que le permitió llegar al Elíseo con dinero del régimen del derrocado líder libio, y que a su parecer son resultado de "una manipulación de una magnitud inédita".
El exmandatario francés sostiene que hay tres grupos interesados en lanzar estas acusaciones contra él, el primero de los cuales estaría constituido por el primer círculo de Gadafi.
Se trata de "una banda de asesinos" que querían vengarse porque, como presidente de Francia, él lideró la coalición internacional que apoyó a la oposición libia en 2011 y puso en marcha la intervención militar que lo derrocó, explica.
También estaría interesado en llevarlo ante la Justicia el sitio de información Médiapart y "sus comparsas" que, según dice, "no se comportan como periodistas, sino como militantes políticos".
Sarkozy recuerda que este portal de información publicó documentos que, en su opinión, son falsificaciones que pretendían hacerle perder en las presidenciales de 2012 -como ocurrió- y luego en las primarias de la derecha en 2016 -algo que también sucedió-.
El tercer grupo que, según el expresidente, habría alimentado su imputación estaría formado por algunas de las personas que se beneficiaban del dinero de Gadafi, como el vendedor de armas e intermediario Ziad Takieddine, uno de los cuatro imputados en este sumario.
Takieddine se ha autoinculpado de haber transportado entre Trípoli y París 5 millones de euros en efectivo puestos por el régimen de Gadafi y que dice que entregó directamente a Sarkozy y a su mano derecha, el exministro Claude Géant, entre fines de 2006 y comienzos de 2007.
El que fuera jefe de Estado de Francia de 2007 a 2012 insiste en que en estos cinco años de instrucción del caso no se ha presentado "absolutamente" ninguna prueba material que demuestre que su campaña fue financiada con dinero de Gadafi.
Además, hace hincapié en que de una campaña que tuvo un presupuesto de 21 millones de euros, los policías que lo interrogaron durante 26 horas el martes y el miércoles solo mostraron dudas sobre el origen de 38.000 euros.
Su partido, añade, tenía entonces 350.000 militantes y le llegaban muchos apoyos para justificar ese dinero.
Por otro lado, Sarkozy corrige la impresión que dio en otra entrevista en televisión el pasado jueves de que marcaba distancias con dos de los que fueron sus máximos colaboradores durante su etapa política, los exministros Brice Hortefeux y Claude Guéant, este último también inculpado.
Asegura que no tiene "ninguna razón de dudar, ni de lejos ni de cerca" de ellos y que nunca estuvieron implicados en una supuesta financiación irregular de su campaña electoral.
Tras estas nuevas acusaciones, Sarkozy está imputado en tres causas diferentes y será juzgado, al menos, por el conocido como "caso Bygmalion", que investiga la supuesta financiación irregular de su campaña de 2012, cuando fue derrotado por el socialista François Hollande.