Al menos 370 detenidos dejó en Hong Kong la manifestación del 1 de julio, fecha en que se conmemora su regreso soberanía china y en la que miles de personas se congregaron para protestar por la nueva ley de seguridad que Pekín ha promulgado para el territorio semiautónomo, informó hoy la Policía local.
Este cuerpo policial asegura en un comunicado que los manifestantes bloquearon carreteras, levantaron barricadas y, en algunos casos, les prendieron fuego, y detalla que "una persona apuñaló a un agente con un objeto punzante mientras éste cumplía con su deber".
Según la Policía hongkonesa, la situación regresó a la normalidad alrededor de las 22:00 hora local (02:00 GMT), aunque los agentes aún continuaban a esa hora alerta en las zonas afectadas, en la Bahía de Causeway y en el distrito de Wan Chai.
De los 370 arrestos, seis hombres y cuatro mujeres fueron detenidos por supuestamente violar la nueva ley, que establece penas de hasta cadena perpetua para delitos de "secesión, subversión contra el poder estatal (cargo habitualmente usado contra disidentes y críticos), actividades terroristas y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional".
Otros fueron arrestados por infracciones como participación en asamblea ilegal, alteración del orden público o posesión de armas ofensivas.
La Policía local agrega que siete agentes resultaron heridos por los ataques de algunos manifestantes durante operaciones antidisturbios, lo cual será "denunciado e investigado".
Las autoridades habían prohibido, por primera vez en 17 años, la tradicional manifestación antigubernamental celebrada cada 1 de julio, fecha en la que se conmemora la retrocesión de Hong Kong de manos británicas a chinas en 1997.
No obstante, y pese a la numerosa presencia policial, con unos 4.000 agentes desplegados, y a que las principales calles fueron acordonadas, muchos manifestantes desoyeron la prohibición y salieron a protestar, tal y como habían reclamado usuarios de los foros en internet del movimiento prodemocrático hongkonés.
El número de participantes en esta protesta fue muy inferior al registrado en las marchas del 1 de julio de otros años.
Por su parte, el vicedirector de la Oficina para Hong Kong del régimen chino, Zhang Xiaoming, afirmó este miércoles que se "seguirá impulsando la tolerancia política" en la ciudad, así como la coexistencia de "diferentes visiones", al tiempo que indicó que Pekín no ve al movimiento prodemocrático hongkonés "como su enemigo", aunque insta a sus promotores a "reflexionar y ajustar su estrategia".
No es así como lo ven abogados y activistas de la ciudad, que consideran que la nueva ley podría suponer el fin de las libertades de las que gozan los hongkoneses frente al resto de chinos, que deberían mantenerse como mínimo hasta 2047 si se tiene en cuenta el compromiso adquirido con el Reino Unido en el tratado para la devolución de la antigua colonia británica, que Pekín ya no considera vigente.
Asimismo, cualquier persona condenada por alguno de los supuestos de la legislación ejn vigor desde el primero de julio no podrá presentarse como candidato a las elecciones del Consejo Legislativo hongkonés. Los próximos comicios para elegir a los miembros de este organismo están previstos para septiembre.