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Del residuo al recurso en Verinsur

La empresa triplica el volumen de agua reutilizable en los procesos industriales gracias a un evaporador.

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  • Imagen del evaporizador de Verinsur. -

Si la meteorología lo permite, Verinsur culminará los trabajos de ampliación del vertedero de residuos peligrosos y no peligrosos de Bolaños, en Jerez, a final de enero. El proyecto, que recibió luz verde por parte de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarroll Sostenible de la Junta de Andalucía el pasado 20 de agosto, consta de dos fases: por un lado, se acometen trabajos en la zona de vertedero, habilitando una nueva superficie de 238.000 metros cuadrados para la construcción de cinco celdas y una balsa de lixiviados para la eliminación de residuos no peligrosos mediante el depósito controlado; y, por otra parte, se llevará a cabo una zona de valorización, con otros 55.000 metros cuadrados.

Pero no es la única ambiciosa actuación acometida por la empresa, que ofrece servicio a más de 2.000 clientes, en este último semestre. Verinsur acaba de poner en marcha una línea para la devolución de agua al medio ambiente en forma de vapor de la fracción no extraíble por ósmosis.

Esta nueva instalación de evaporación basa su principio de funcionamiento en el mismo método tradicional de evaporación natural por la acción del viento sobre la superficie de balsas de almacenamiento poco profundas. Pero en este caso, el líquido de proceso se extiende sobre panales reticulares de gran superficie específica de contacto, el aire es impulsado por un ventilador de elevado rendimiento, la reducción de superficie ocupada en los módulos y la condición de circuito sellado minimiza el efecto negativo de la aportación de lluvia y el aire, al poder ser precalentado, aumenta su capacidad de absorción de vapor. En números: la capacidad de tratamiento de la planta es de entre 2.500 y 3.000 metros cúbicos al año y, tras la puesta en marcha de esta mejora, la capacidad de evaporación de la instalación podría llegar a los 13.600 metros cúbicos al año.

Para controlar las posibles emisiones de amoniaco a la atmósfera y evitar potenciales olores, se ha instalado a la salida del evaporador una sonda. En función de los valores registrados, se activa la dosificación de ácido, que se mezcla con el líquido produciendo la neutralización del gas. Verinsur cierra el círculo usando energía verde para la recuperación del agua con la quema del biogás generado en la instalación y el calor producido en los motores de la cogeneración.

Las soluciones puestas en marcha por la firma ya han tenido premio. Concretamente, la Universidad de Cádiz (UCA) ha reconocido recientemente la aplicación innovadora de la destilación por membranas a la valorización de efluentes ácidos y con alta concentraciones de metales, generando una corriente de permeado con un agua de elevada calidad para otros posibles ciclos productivos según el enfoque de economía circular.

 

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