El Ayuntamiento de Armilla (Granada), gobernado por Gerardo Sánchez (PSOE), ha admitido este sábado que las obras de emergencia que se habían iniciado para evitar los vertidos de aguas residuales en el Campus de la Salud se han visto "ralentizadas", pero "en ningún momento paralizadas", como afirmó este jueves el portavoz del PP, Antonio Ayllón.
De esta manera, en una nota, el equipo de gobierno socialista ha tachado de "burda mentira" las palabras de Ayllón, y ha precisado que las obras se han visto "ralentizadas ante la necesidad de coordinar con Sevillana Endesa el corte de dos líneas eléctricas próximas a las obras", y que, "por motivos de seguridad y tras abonar las tasas que la empresa eléctrica exige, se deben desconectar para finalizar la actuación".
Además, el gobierno local ha expresado su "sorpresa" por las "exigencias" del representante 'popular', ya que a pesar de que éste, "en sus 18 meses como alcalde, fue incapaz de terminar las obras de conexión del PTS con la red general de saneamiento que conecta con la depuradora", ahora "pretende que este nuevo gobierno lo haga en menos de dos meses que lleva al frente del Ayuntamiento", lo que demuestra que "es un político caracterizado por generar crispación y pelea política".
No obstante, el Consistorio ha querido ratificar su "voluntad de terminar la actuación lo más pronto posible", algo que, según ha añadido, "queda patente en las diferentes notificaciones y órdenes de trabajo que realiza a la empresa adjudicataria, todo ello en la búsqueda de soluciones a los diferentes problemas que continuamente aparecen en la ejecución de esta obras".
Por último, ha destacado que el alcalde ha mantenido varias reuniones con la Fundación Campus de la Salud y con la Agencia IDEA de la Junta de Andalucía para "buscar financiación económica" para el proyecto y "acometer la finalización" de estas obras.