La demanda de Cela Conde iba dirigida contra Marina Castaño, viuda del Premio Nobel de Literatura 1989; las sociedades mercantiles Palabras y Papeles S.L. y Letra y Tinta S.L, y la Fundación Camilo José Cela, con sede en Iria Flavia.
De la cantidad global en la que fueron cifrados los derechos legitimarios de Cela Conde, a Marina Castaño y a las citadas sociedades mercantiles les corresponde pagar 3,93 millones de euros, mientras que a la Fundación Camilo José Cela se le condena a devolver una parte de los bienes donados por el escritor en su día, hasta alcanzar la cantidad de 1.180.000 euros.
Según explicó Capellá, y recoge la sentencia, el valor de los bienes que alberga la Fundación está cifrado en 3,9 millones de euros, y, de ellos, 1,18 millones le corresponderían al hijo de Cela, según el Juzgado de Primera Instancia de Madrid.
La sentencia no determina los bienes que tendrá que recibir Cela Conde (Madrid, 1946), porque antes será necesario un peritaje que se haría “en la hipotética fase de ejecución de sentencia”, añadió el letrado.
Cuando se constituyó la Fundación, Cela hizo unas donaciones “que no respetaban los derechos legitimarios de su hijo”. “Una forma de burlar, consciente o inconscientemente esos derechos es que un padre haga donación del cien por cien de su patrimonio antes de su muerte”, y eso es lo que hizo el autor de La muerte de Pascual Duarte, señaló Miquel Capellá.
La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 40 de Madrid es recurrible ante la Audiencia Provincial en el plazo de cinco días, aunque Cela Conde, que está “muy contento con la decisión del juez, no tiene intención de recurrirla”, aseguró el abogado.
El proceso legal por la herencia de Cela empezó al poco de morir el gran escritor español, en enero de 2002, cuando se supo que el Premio Nobel de Literatura le había dejado a su hijo como único legado la obra El cuadro rasgado de Joan Miró.