Autodidacta, sordo de nacimiento, analfabeto y artista del medio rural, Castle creó un mundo propio inspirado en la cultura popular.
El arte entendido como medio de expresión humano de carácter creativo define la obra del artista estadounidense James Castle (1899-1977), que exhibe el Museo Reina Sofía en la exposición Mostrar y almacenar.
Autodidacta, sordo de nacimiento, analfabeto y artista del medio rural, Castle creó un mundo propio inspirado en la cultura popular a lo largo de seis décadas de frenética actividad.
Dibujos hechos con el hollín que extraía de una estufa y saliva, construcciones creadas con trozos de cartón que coloreaba y cosía y libros hechos a mano, todo ello sin título y sin fecha, forman el tesoro del artista estadounidense, que él mismo protegió y conservó en paquetes que escondía en lugares recónditos de las casas en que vivió.