Estudió a fondo el descubrimiento de América para desmontar tópicos.
La escritora Matilde Asensi decidió hace unos años estudiar a fondo el descubrimiento de América y la posterior colonización, para desmontar los tópicos que circulan sobre esa época. De ahí surgió su saga del Siglo de Oro español, cuyas dos primeras entregas aparecen ahora reunidas en un libro.
Las novelas Tierra firme, que salió hace tres años, y Venganza en Sevilla, publicada hace un año, forman parte de una trilogía con la que Asensi trata también de quitarle a los españoles “el sentimiento de culpabilidad” que muchos tienen por lo que ocurrió en la colonización de América, “cinco siglos después de que aquello sucediera”.
En una entrevista con Efe, en la Feria del Libro de Madrid, Asensi asegura que “todo lo que se les quitó durante la conquista a los pueblos indígenas americanos los españoles no lo vieron”.
“De toda la riqueza que se trajo de América el pueblo no vio nada, como refleja la literatura Picaresca y parte de la pintura del Siglo de Oro”, subrayó Asensi.
Como explica esta escritora, el dinero de América “se gastaba pagando a los banqueros europeos y en las guerras de religión, y, encima, los tercios no cobraban”.
Además, los países hispanoamericanos llevan doscientos años de independencia y ya son dueños de su destino desde hace tiempo. “No somos los responsables de sus situaciones actuales”, afirma la autora de novelas de gran éxito como El último Catón.
La trilogía está protagonizada por la joven Catalina Solís, quien, para salvar su vida, adopta la personalidad de su hermano Martín Nevares, muerto en el Caribe durante un abordaje de los piratas ingleses a su galera. Catalina se transforma muy pronto en el contrabandista Martín Ojo del Plata, título del libro.
Esa protagonista le da pie a la autora a reflexionar sobre la situación de la mujer en el Siglo de Oro, “que no tenía capacidad de decisión en absoluto”.
“La realidad es que, con todos mis respetos, la mujer de aquella época no es lo que sale en la serie Águila Roja. Las mujeres no llevaban escotes pronunciados, sino que iban veladas, cubiertas por un velo, como las mujeres musulmanas de hoy día”, comentó con humor la escritora durante la entrevista mantenida con Efe.