La Hermandad del Santo Cristo del Mar y María Santísima de Los Dolores de Punta Umbría salió ayer en procesión tras decidir acortar el recorrido por las previsiones de lluvia que se esperaban a las 23.00 horas. No obstante, las precipitaciones surgieron antes de lo esperado y, una vez en la calle, la cofradía se mojó y tuvo que refugiarse en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen.
A pesar de que las imágenes estuvieron expuestas a la lluvia desde el comienzo de la calle Ancha hasta el templo del Carmen, el hermano mayor del Santo Cristo del Mar, José Mendoza, aseguró que “el patrimonio no ha sufrido ningún daño”.
Tras esperar que el tiempo diera una tregua la cofradía volvió a su sede, la capilla de Lourdes, a las 22.30 horas, ya sin el acompañamiento de las bandas y el resto de la comitiva. Así, poco antes de la medianoche los dos pasos estaban ya “en casa y a salvo, para esperar al próximo Viernes Santo, que esperemos que tenga más suerte que en los últimos años, puesto que llevamos unas siete u ocho temporadas siendo el día de la Semana Santa más castigado”, según subrayó Mendoza en la recogida.
Por otra parte, antes de la procesión, la hermandad entregó en su primera levantá una medalla de oro conmemorativa y distintas menciones a miembros de la entidad. Así, se rindió homenaje a la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de Punta Umbría, y a los niños Daniel Martín Orta y Juan Andrés Buenaventura Mingorance: dos menores vinculados a la hermandad desde su nacimiento.
También hubo palabras de agradecimiento a la Santa Cruz, el Ayuntamiento puntaumbrieño, así como a las vecinas Benita y Dolores, que han confeccionado el manto y la saya de María Santísima de los Dolores.
Además, Mendoza aprovechó la ocasión para agradecer el trabajo de la junta de gobierno saliente y las ganas y voluntad de la entrante, que ha comenzado su mandato con la restauración del misterio del Cristo.
La Hermandad del Santo Cristo del Perdón acompañó a los puntaumbrieños en este acto.