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Miércoles 15/05/2024  
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Punta Umbría

Flórez ofrece en el Real los dos recitales ?más difíciles? de su carrera

El tenor peruano Juan Diego Flórez saldará hoy y el domingo su deuda con el Teatro Real con dos recitales que serán ?los más difíciles? que ha hecho en su carrera, una trayectoria que esta estrella de la lírica de 36 años cuida con prudencia porque ?no va de menos a más, sino de más a menos?.

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  • El tenor Juan Diego Flórez. -
El tenor peruano Juan Diego Flórez saldará hoy y el domingo su deuda con el Teatro Real con dos recitales que serán “los más difíciles” que ha hecho en su carrera, una trayectoria que esta estrella de la lírica de 36 años cuida con prudencia porque “no va de menos a más, sino de más a menos”. 

Estos dos recitales, que realizará acompañado del pianista Vicenzo Scalera y con un repertorio en el que destacan arias de Rossini, su especialidad, fueron los que Juan Diego Flórez ofreció al Teatro Real a cambio de cancelar su compromiso para interpretar el Rigoletto de Verdi. 

“Es una ópera que he cantado dos veces, pero tiene una tesitura un poco baja para mi voz. Me sacaría de carril y después me costaría cantar mi repertorio habitual. Lo que voy a cantar es mil veces más difícil”, aseguró ayer el tenor en la presentación de sus recitales, el primero de los cuales podrá ser seguido en directo desde el exterior del Real a través de una pantalla. 

Asegura que “más adelante” tanto Rigoletto como las óperas de Mozart estarán en su repertorio, cuando el bel canto “leno de agudos” al que ha dedicado sus trece años de carrera le resulte difícil. 

“La voz va cambiando, va perdiendo flexibilidad y se va asentando en otros registros. Más que una evolución es una involución. Cuando uno cambia de repertorio es porque ya no puede con el que hace. No se va de menos a más, sino de más a menos”, explicó. 

Pero él confía en que “por muchos años” pueda seguir con su repertorio actual porque “es lo que amo y lo que el público quiere oír”, algo que él alimenta “con una buena técnica, estudiando” y siguiendo el ejemplo de su admirado Alfredo Kraus, que “hasta edad avanzada cantaba el repertorio que cantó en su juventud”. 

Asegura que no tiene temor de quemar su voz aunque no olvida nunca que “las cuerdas vocales son dos membranas pequeñísimas” y que hay que cuidarse "sin obsesionarse”. Por eso él ha seguido el consejo que le dio Pavarotti de guardar siempre dos días de descanso entre función y función.

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