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El mundo artístico confluye hoy en Londres motivado por la feria Frieze

La feria internacional Frieze, que abre hoy sus puertas al público en el Regent?s Park de Londres, es el evento central de una semana en la que marchantes y coleccionistas confluyen sobre la capital británica.

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La feria internacional Frieze, que abre hoy sus puertas al público en el Regent’s Park de Londres, es el evento central de una semana en la que marchantes y coleccionistas confluyen sobre la capital británica.

En torno a esa feria, las salas de subastas organizan importantes ventas de “arte de posguerra y contemporáneo”, aprovechando la numerosa presencia de potenciales compradores de abultada cartera, tanto europeos como de otros continentes.


Con todo, tanto Christie’s como Sotheby’s han moderado sus expectativas, y si bien se insiste en que sigue habiendo una demanda de arte de calidad, lo cierto es que esta vez la oferta es menos abundante y quienes compran arte como especulación van a tener más cuidado que otros años con los artistas vivos.

Incluso el británico Damien Hirst parece haber abandonado de momento sus calaveras de diamantes y otras extravagancias capaces de atraer a nuevos ricos y ha decidido coger otra vez los pinceles aunque con un resultado desastroso, a juzgar por los comentarios unánimes de la crítica, que se mostraba ayer inmisericorde con su osadía de exhibir sus “mediocres” pinturas junto a obras de los grandes maestros.

Parece ya cosa de un pasado lejano cuando se pagaban 33,6 millones de dólares (22,5 millones de euros) por una mujer abundante en carnes, desnuda y dormida en un sofá (Lucian Freud); 20,7 millones de dólares (14 millones de euros) por una flor gigante del estadounidense Jeff Koons o una subasta organizada por el propio Hirst de su obra, que lograba una recaudación de más de 100 millones de euros (149 millones de dólares).

La crisis se ha hecho también sentir en Frieze, cuya sección principal se limita este año a 135 expositores, once menos que el año pasado, aunque se ha incrementado, en cambio, el número de una sección especial titulada Frame, dedicada a galerías pequeñas, tanto británicas como de países extranjeros, que no pueden pagar tanto.

Lo primero con lo que se topa el visitante al entrar en la feria es una especie de espejo dorado y cóncavo de Anish Kapoor, artista de origen indio al que la Royal Academy of Arts dedica ahora una gran retrospectiva.

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