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Todos frente al cambio climático

Emasesa abre un periodo de consulta para recabar propuestas para el Plan de Emergencia Climática

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  • La estación del Copero. -
  • Participación, eficacia y eficiencia son los pilares de la interacción entre Emasesa y los ciudadanos
  • El objetivo es tenerlo aprobado en 2021 y aplicar medidas a corto plazo hasta 2023 y a largo plazo hasta 2030
  • Buscan una estrategia común de gestión del agua pero también para definir el futuro

Participación, eficacia y eficiencia. Esos son los pilares fundamentales de la interacción entre Emasesa y los ciudadanos, especialmente con las asociaciones de consumidores, para mejorar la prestación de los servicios, que llegó a su culmen con la creación del Observatorio del Agua de esta empresa pública, cuando se puso al ciudadano en el centro de la gestión. Ahora, con la redacción del Plan de Emergencia Climática, Emasesa vuelve a abrirse a la ciudadanía para pedir su colaboración en el diseño de una estrategia común, ya no sólo para la gestión del agua, sino para definir el futuro “desde un punto de vista social, climático, ecológico, demográfico y financiero”.

Estamos ante una crisis climática sin precedentes y la implicación de todos es decisiva si queremos revertir esta situación

Son palabras de Jaime Palop, consejero delegado de Emasesa, al hablar de la participación ciudadana en la gestión integral de esta empresa pública pero, sobre todo, para pedir su colaboración en el Plan de Emergencia Climática, abierto a consulta pública y que, pese a parecer tan “técnico”, requiere de la implicación “decisiva” de todos para frenar el cambio climático. “La Covid-19 ha demostrado que el agua es un bien central en el funcionamiento de nuestras ciudades y es una ventana de oportunidad para concienciarnos en definir y priorizar las medidas que tenemos que tomar urgentemente para frenar el impacto del cambio climático. Nos encontramos ante una crisis climática sin precedentes y la implicación de todos es decisiva si queremos revertir esta situación”, afirma Palop.

El proceso participativo del Plan de Emergencia Climática viene a dar una respuesta a las entidades públicas y privadas y a la ciudadanía, para tomar constancia de la variedad de situaciones, visiones y problemáticas que afectan a los diferentes sectores sociales involucrados frente a la emergencia climática.

Pero ¿cuáles son los objetivos, la hoja de ruta y los plazos de este Plan? “El Plan es un reto que responde a un interés social, con un enfoque basado en los derechos humanos y que promueve el fortalecimiento de la capacidad de adaptación de todas las personas, especialmente de las más vulnerables y de las generaciones futuras.  Va a contar con unas medidas urgentes, contundentes y efectivas para acelerar la adaptación de nuestra área metropolitana ante los episodios climatológicos de los próximos años y mitigar sus efectos a corto y largo plazo”, añade el consejero delegado de Emasesa.

Tras el proceso participativo y el análisis de las aportaciones para incluirlas en el borrador del plan, el consejo de administración lo tendrá en diciembre, aunque se volverá a abrir una nueva consulta pública antes de su aprobación final, y “esperamos que en el primer trimestre de 2021 tengamos un Plan de todos”.

El horizonte de este Plan de Emergencia Climática tiene dos periodos, uno a corto plazo hasta 2023 y otro a largo plazo, hasta 2030, aunque las previsiones “dependerán de los fondos de reestructuración que vengan desde Europa”, puntualiza.

Palop defiende la “alianza” con el ciudadano del área metropolitana en la gestión del agua y pone como ejemplo su comportamiento en tiempos de sequía. “Conocen el valor del agua y lo importante que es cuidarla” y esa “involucración total” es la que están seguros que seguirán teniendo “en esta nueva lucha que es la emergencia climática.

Hay un trabajo previo a la redacción de este plan, con mesas técnicas en los dos últimos meses en los que se han analizado los riesgos ante las amenazas ya identificadas por Emasesa, como las olas de calor, la escasez de precipitaciones, las temperaturas medias y las precipitaciones extremas, además de los impactos a los que debe enfrentarse la empresa pública, que ya ha aportado sus primeras 50 medidas. Entre ellas está la apuesta de Emasesa por la eficiencia energética y las energías renovables, con el objetivo de emisiones cero, y el trabajo en economía circular para la reducción de la generación de residuos en instalaciones como por ejemplo el proyecto Mitlop en la depuradora de Copero.

“Sumado a esto, hemos abierto el plazo de consulta ciudadana para la redacción del Plan de Emergencia Climática, dando así a la población de los municipios abastecidos, la posibilidad de participar activamente en la definición de este Plan hasta el 22 de noviembre”. (https://participacion.emasesa.com/)

Además, Emasesa también reclama la participación ciudadana en el desarrollo del Plan de Emergencia ante situaciones de Sequía, enfocado a la búsqueda de fuentes alternativas, como son las aguas subterráneas y la potenciación del uso de las aguas regeneradas, con técnicas muy variadas para las que se necesita planificación. “Emasesa no está pensando en un recurso de emergencia para cuando aparezca la sequía y se agoten los embalses; sino en la ejecución de una gestión eficiente para la combinación de aguas superficiales y subterráneas, de manera que se optimice la cantidad y calidad de las fuentes”, asegura el consejero delegado de Emasesa.

Toda la información en
participacion.emasesa.com

El portal de participación.

 

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