Unas 1.100 familias de la comarca, la mayoría de ellas rondeñas, podrían tener atrapados sus ahorros por las famosas preferentes y subordinadas. Muchas de ellas fueron contratadas con la antigua Caja Madrid, la actual Bankia, cuya oficina en Ronda cerró definitivamente en noviembre de 2012.
La sentencia dictada por el juzgado número 3 de Ronda es inédita y marca una clara hoja de ruta para muchos de los damnificados por estos productos basura. El juez en cuestión refiere en su sentencia un fallo similar de la Audiencia Provincial de Cáceres, la sentencia 81/2014 de 20 de marzo, en la que se dispone al respecto de esta polémica que “la deuda subordinada no es un producto nulo per se, ni prohibido; la eventual nulidad se produce en la forma de comercialización del producto con clientes minoristas”.
En marzo de 2012 uno de los clientes de la oficina de Ronda, un hombre de 71 años, natural de un pueblo serrano, provocó un altercado al irrumpir violentamente en esta oficina tras haber firmado uno de estos contratos, con vencimiento en el año 3.000; tras depositar 18.000 euros en mayo de 2009 en la entidad, en un producto denominado ‘Participaciones Preferentes Caja Madrid 2009’, había perdido 5.000 euros sólo tres años después por los movimientos que con el dinero había hecho la entidad, y no tenía posibilidad de recuperar el dinero. Según ha sabido este periódico, el banco alcanzó finalmente un acuerdo con este hombre devolviendo la cantidad originalmente depositada en la entidad al confiar que había contratado un buen producto.