El estreno en casa no fue el más soñado. Quizás la presión pudo demasiado, por no poder fallar en su vuelta a Primera Andaluza, ante la atenta mirada de su afición. Un punto que dejó un sabor insuficiente en el paladar, aunque no fue por falta de condimentos. El principal, el acierto en ataque; marcó dos goles ante el Ciudad de Cádiz para hacer ver que está consiguiendo tapar los agujeros de un buque que, hasta hace más bien poco, hacía aguas por todos lados a causa de una falta de puntería alarmante. Una pesada losa que fue incapaz de cargar, que le llevó hasta el hundimiento; pero ahora está empezando a soltar.
En su primer desplazamiento de la temporada, el Rota destapó nuevamente ese tarro para sumar tres nuevos goles a su casillero ante un recién ascendido como el Taraguilla. El incipiente potencial ofensivo de los verderones salió otra vez a relucir como sucedió en el primer partido ante el Ciudad de Cádiz. Solo que esta vez, a diferencia de lo que terminó ocurriendo en el Pazos Monago, la defensa cumplió con su trabajo. No pudo dejar la portería a cero, pero eso pareció una cuestión menor para un Rota que se marchó de regreso a casa con los tres puntos en el bolsillo y la satisfacción de vencer a un duro equipo, que terminó siendo completamente superado; porque, aunque la condición de recién ascendido le coloca la etiqueta de ‘cenicienta’, lo cierto es que esa realidad no parece la más adecuada para definir a un club al que simplemente no le pareció acompañar nada desde el principio.
Las numerosas ausencias por lesiones a las que hizo frente para este partido, le puso todo cuesta arriba desde el inicio. Una situación que se volvió todavía más insostenible cuando se encontró en inferioridad numérica a las primeras de cambio. Antes incluso del descanso, Felipe vio la roja directa por una fuerte entrada a destiempo. Ese contexto propicio fue el que llevó al Rota a dar un paso al frente para someter a su rival a base de continuos acercamientos a la portería defendida por Iván, pero no pudo estrenar el marcador, aunque le anularon dos goles por fuera de juego. El gol, aún así, parecía cuestión de tiempo. La frágil muralla del Taraguilla se tambaleaba torpemente ante un bombardeo constante que, al final, lo hizo derribar. Un disparo certero de José Pérez en el 66’fue el que, finalmente, lo hizo terminar de romperse en pedazos, aunque la balanza recuperó el equilibrio pocos minutos después con un tanto del local Oñi que en uno de los pocos fallos que cometió el Rota en todo el partido.
El empate alentó el ánimo de los locales, pero José Pérez les devolvió a la crudeza de la realidad para marcar su doblete particular, en una acción donde fue fundamental la presión del canterano José Rodríguez, que se estrenaba esta temporada tras su ausencia en la primera jornada. Con un efectivo menos sobre el campo, el Taraguilla percibió el momento ideal para abrir líneas y lanzarse a por el empate, aunque ello supusiera tener que dejar la parte de atrás desprotegida. Una decisión que conllevaba un evidente riesgo, por quedar en vulnerabilidad ante un Rota que, ahí, terminó de sentenciar. José Rodríguez volvió a ponerse el mono para realizar el trabajo sin balón, fijar a la defensa y abrir el camino para que Álex Bernal recorriera metros con el balón controlado hasta encontrarse ante una situación de mano a mano contra el portero. No falló Álex, que puso la puntilla tan solo un minuto después para amarrar la victoria.
Un triunfo vital en un campo de reducidas dimensiones y césped artificial, en el que apretó la afición local. Un fortín que derrumbó el Rota para colocarse, momentáneamente, en cuarta posición. La próxima semana buscará continuar con la escalada, en casa ante el Arcos CF; el equipo que, curiosamente, entrenó el técnico verderón Jero Osorio la temporada pasada, dirigido ahora por un ex del Rota como es Rosales. Encuentro lleno de atractivos, por tanto, el que se disputará el próximo domingo, a partir de las 12:00h., en el Estadio Antonio Pazos ‘Monago’.