Si ocurre un milagro y hay alguien que se hace cargo del uso público del tan polémico Parque de la Historia y el Mar tiene que saber que en el caso de que durante su explotación obtenga beneficios, la mitad irán a parar a las arcas municipales, mientras que si tiene pérdidas tendrán que ser asumidas por la empresa y, en este sentido, el papel del Ayuntamiento será posibilitarle llevar a cabo modificaciones en el contrato de concesión para intentar mitigarlas.
Esas son algunas de las condiciones que aparecen en la plica de licitación de uso del citado equipamiento que será sometida para su aprobación en el Pleno de este mes de abril. Además, la empresa que decida embarcarse en dicha aventura tendrá que afrontar un canon inicial de inversión de 450.000 euros para la finalización de las instalaciones y ponerlo en marcha. El plazo de concesión del Parque es de 20 años, mientras que también desde el Ayuntamiento se ha abierto el abanico de sus posibles usos, que pasan por ser de tipo museístico, científico, ocio, hostelero y educativo.
El alcalde isleño, José Loaiza, fue contundente al indicar que "tenemos un muerto aquí en San Fernando y mi obligación es sacarlo adelante sin que le cueste un euro al vecino", añadiendo que si finalmente no hay nadie interesado en hacerse con la gestión del equipamiento "se buscarán soluciones alternativas".
También en el próximo Pleno se someterá para su aprobación definitiva la Ordenanza de Usos del Parque de la Historia y el Mar, a la que se han presentado alegaciones tanto por parte del PSOE como de Ciudadanos por La Isla, siendo aceptadas algunas de ellas y otras no.
Loaiza recordó los avatares por los que ha pasado dicho equipamiento, que tiene que tener obligatoriamente un uso público por encontrarse en zona de servidumbre marítimo-terrestre. No pasó por alto cuando al principio se creó un Consorcio con papel protagonista de la Fundación Costeau "y que nunca más volvió a aparecer".
Equilibrio económico y financiero
El primer edil también sacó a colación lo del equilibrio económico financiero al tratarse de un servicio público, es decir, que en un principio las pérdidas que tuviese el Parque iban a tener que ser cubiertas con dinero de las arcas municipales, algo que finalmente no sucederá con la nueva redacción de la Ordenanza. "Jamás pagará el Ayuntamiento. Si durante su uso genera pérdidas el isleño no pagará un euro, pero sí que cobraremos si obtiene beneficios".
Por lo tanto el Parque de la Historia y el Mar, en el que se han invertido cerca de 10 millones de euros desde que se puso la primera piedra, vivirá un nuevo capítulo el próximo 26 de abril cuando salga a licitación si es aprobado en el Pleno. Luego se abriría un proceso administrativo para su adjudicación que, según estimaciones municipales, se podría prolongar durante unos tres meses. O sea, que al final del verano se podría conocer si hay alguien dispuesto a echar las redes sobre el Parque o, por el contrario, hay que acudir a la "alternativa" municipal.
