Una operación conjunta de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria ha logrado desarticular una presunta organización criminal asentada en Cádiz dedicada a la introducción de hachís en España desde Marruecos por vía marítima. El supuesto líder del grupo y otras 39 personas han sido detenidas y se han intervenido más de 5.000 kilos de hachís. Un total de 27 de los presuntos narcotraficantes se encuentran en prisión por orden judicial.
Según detallan en una nota conjunta, se han practicado 14 registros en domicilios y uno en una nave industrial en las localidades gaditanas de San Fernando, Chiclana, Jerez, El Puerto de Santa María y San Roque, además de en La Carlota (Córdoba).
La operación se inició a raíz del intercambio de información realizado entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad dedicadas a la lucha contra el tráfico de drogas, en el que se pudo constatar la existencia de una organización afincada en la Bahía de Cádiz que se estaba dedicando a la introducción de hachís desde Marruecos utilizando para ello embarcaciones de recreo con dobles fondos.
Fruto del intercambio de esa información, los agentes establecieron un dispositivo de seguimiento y control sobre estas personas, pudiendo constatar que el 6 de junio la organización tenía previsto introducir un alijo de droga por vía marítima, lo que permitió la interceptación de una embarcación con 1.085 kilogramos de hachís y la detención de sus dos tripulantes.
Posteriormente, las investigaciones determinaron que la red estaba preparando otro alijo que tendría lugar el 30 de junio, por lo que se organizó un operativo conjunto que permitió interceptar otra embarcación con 900 kilogramos de hachís, deteniendo a otros dos tripulantes.
De la misma forma, el 21 de julio, los investigadores detuvieron a tres tripulantes de una tercera embarcación, interviniéndose 41 fardos de hachís con un peso de 1.200 kilos.
Asimismo, el 26 de agosto los agentes pudieron constatar que la organización preparaba otro alijo mediante el uso de dos embarcaciones de recreo, por lo que se estableció un dispositivo de seguimiento sobre estas embarcaciones, pudiendo observar como sus ocupantes transbordaban unos bultos de luna embarcación a otra.
A continuación, los agentes iniciaron las maniobras de abordaje para la comprobación de la carga, momento en que uno de los tripulantes disparó una bengala sobre uno de los guardias civiles.
Incendio en alta mar
Como consecuencia del disparo de la bengala se produjo una explosión en la embarcación de los narcotraficantes que provocó su incendio, saliendo despedidos al mar los ocupantes.
Mientras algunos agentes se lanzaban al mar a rescatar a los narcotraficantes, otro intentaba apagar el incendio. Tras el rescate, y una vez evaluadas las heridas producidas por la deflagración, se solicitó la presencia urgente de otras embarcaciones para el traslado de los heridos a la costa.
Tras el rescate de los narcotraficantes, los agentes se incautaron de varios fardos de hachís que habían salido volando como consecuencia de deflagración y remolcaron la embarcación siniestrada hasta el puerto.
Paralelamente, los investigadores localizaron a la segunda embarcación que se encontraba haciendo labores de contravigilancia, procediendo a la detención de su ocupante.
Posteriormente, al encontrarse la embarcación incendiada semihundida, se solicitó la presencia de agentes especializados en actividades subacuáticas para que se hicieran cargo de la recuperación del resto de droga que hubiera quedado en su interior, logrando recuperar otros 1.270 kilogramos de hachís.
Aparentaban ir de pesca
Explican las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que este tipo de narcotráfico se caracteriza por aparentar una simple excursión de pesca que se realiza a plena luz del día. Los miembros de la organización recogían la droga en aguas marroquíes ocultándola en dobles fondos practicados en la estructura de las propias embarcaciones de recreo, utilizando para la recogida de la droga embarcaciones de mayor calado y realizar una rápida carga de estupefacientes que se ocultan en los dobles fondos practicados con anterioridad.
De esta forma, la organización lograba ocultar a la vista la droga transportada, tanto en tierra como en un posible reconocimiento aéreo. Una vez hecho esto, ponían rumbo al puerto deportivo de destino, donde la embarcación se sacaba del agua y se trasladaba a una nave para extraer la droga de manera segura.
El resto de los componentes de la organización se quedaban en tierra realizando labores de contravigilancia para detectar una posible presencia policial.
Fruto de las interceptaciones realizadas, se procedió a la explotación de la operación deteniendo a otras 29 personas y al registro de 12 domicilios, un establecimiento hostelero y una nave industrial donde se intervinieron 15.000 euros en metálico, dos embarcaciones de recreo, turismos, una pistola detonadora, así como cocaína y hachís dispuestos en dosis para su venta.
Todas las investigaciones han sido coordinadas por la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Chiclana de la Frontera, la cual ha decretado el ingreso en prisión para 27 de los detenidos.