Cierto es que existen otros lugares dignos de ser recogidos en un video y mostrarlos en toda su miserable plenitud, pero en este caso es la puerta a un complejo comercial que da la bienvenida al centro de la moda, según la leyenda que reza sobre un cristal lleno de manchurrones de a saber qué sustancia.
La pasarela peatonal que atraviesa la Variante de la N-IV desde la Avenida Pery Junquera hasta el aparcamiento principal del complejo se construyó precisamente para dar acceso a la gran superficie comercial y ese fue su cometido único hasta que se construyó una bifurcación hacia el antiguo apeadero que daría lugar a la estación de trenes.
Fue con esa obra cuando se construyó la pasarela actual y cuya limpieza correspondía, por partes, al Ayuntamiento desde Pery Junquera hasta el primer tercio; a Renfe, en el tramo central, que está siempre limpio y al complejo que gestiona la multinacional francesa Rodamco, el último tramo, salvo que se haya producido un nuevo acuerdo que, de todas formas, no solucionaría la situación.
Y la situación es y viene siendo desde hace tiempo, que las dos esquinas de la pasarela están siempre en un deplorable estado de suciedad como puede observarse en las imágenes; y de una suciedad que no es de ayer ni anteayer, sino de muchos días, aunque ya se sabe que el sol seca mucho en esta época del año.
Así se puede ver cómo al llegar a las escaleras y al ascensor de Bahía Sur, se lee
Bienvenido al centro de la moda. Y al rincón de la inmundicia pegada al suelo y en muchos casos, falto de una buena mano de lejía o cualquier otro producto que sea capaz de sacar la suciedad acumulada de las mismas entrañas del cemento.
Porque las campañas de Rodamco sobre el medio ambiente están muy bien como reclamo de buenas costumbres empresariales que se ponen en marcha para dar buena imagen, pero la entrada al complejo es como un bofetón en la cara precisamente en el lugar por el que entran tanto los isleños como los que son de fuera. Y que se llevan con ellos la impresión de que si la puerta está en tales condiciones, cómo estará la cocina.
Dícese con ánimo de que alguien solucione el problema.