El tiempo en: Sevilla

San Fernando

¿Y ahora qué hago con el paquete?

Es cuestión de un simple recogedor y una escoba que ha desarecido quizá porque verdaderamente le hacía falta a alguien.

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Cargando el reproductor....

Es difícil saber quién tiene la culpa pero no es menos cierto que las oficinas de Desarrollo Sostenible están a pocos metros del pipican ubicado junto a la iglesia de San Francisco. Hace al menos dos días que alguien se llevó la escoba y el recogedor -¡cómo está la crisis!- y los dueños de perros que todavía usan esos espacios no siempre lo limpios que se presume que deben estar, tienen que optar por dejar la mierda en el suelo o cogerla como si el perro –o la perra, hay que hablar políticamente correcto- hubiera hecho sus necesidades en la calle, que ya se sabe que no siempre se llega al pipican.

El resultado es que los mojones –de perros, no de carreteras- se acumulan a todo lo largo y ancho del espacio reservado y además sirven como repelente a los dueños de canes que no quieren meter a sus amadísimas mascotas en lugares tan poco saludables. Ni siquiera para los perros.

Ya se sabe que para realizar cualquier gasto en el Ayuntamiento hace falta un procedimiento administrativo largo y tedioso, pero también a escasos metros, en la calle Real a la altura de la Alameda, hay una tienda barata, paisa, donde venden de todo. Como en Bahía Sur. Lo mismo algún concejal pasa por allí y hace gasto. Si es que no tienen escobas y recogedores de repuesto, claro.

Y no piensen que algún gamberro o gamberra o incívico o incívica ciudadano o ciudadana se lo ha llevado para hacer daño. Lo mismo es que le hacía falta. Tal y como están las cosas…

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN